Capítulo XIII

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Celia.

- Yo si fuera tú iría, hay que vivir aventuras - me dijo mi hermana por teléfono. 

- Es que... ¿Para qué me ha invitado?- pregunté muy confusa. 

- No sé, pero deberías ir para averiguarlo - insistió -. Y verás a gente del instituto, eso siempre está bien. 

Le dije que me lo pensaría, pero no tenía mucho entusiasmo por ir a una reunión de antiguos alumnos organizada por Lisa. ¿Me había invitado por gusto o porque si no me invitaba su imagen de mujer perfecta iba a verse afectada? ¿Y por qué me había avisado con tan poco tiempo para pensármelo bien? Ugh, odiaba no poder tomar decisiones rápido. 

- ¿Con quién hablabas?- me preguntó Richard, entrando a la habitación. 

- Con mi hermana - respondí, quitándome las lentillas y acostándome para irme a dormir -. Buenas noches. 

Hice un intento de apagar la luz, pero él volvió a encenderla. 

- ¿Hoy también te vas a dormir? - me giré para mirarle, confundida -. No sé, esperaba que hiciéramos algo más, ahora que te he perdonado. 

"Te he perdonado" como si yo hubiera hecho alguna cosa mal. 

- Estoy cansada, Richard - murmuré -. Llevo toda la semana trabajando en un nuevo proyecto y... 

- Claro, para mí siempre estás cansada - me interrumpió, metiéndose en la cama -. Yo tengo mis necesidades, ¿sabes?

Empezó a acariciarme las piernas, subiendo poco a poco. Al mismo tiempo, se acercaba para darme un beso. 

- Mañana tengo que volver a Norwich - dije, para que parara y me prestara atención -. Lisa ha organizado una reunión de antiguos alumnos, he pensado que estaría muy bien ver a todos. Y visitar a mis padres, claro. 

- ¿Quieres que te acompañe?- preguntó, todavía con la mano entre mis piernas.

- Lisa especificaba que solo fuéramos los alumnos, lo siento. 

Era mentira, no había dicho nada de eso, pero necesitaba estar un par de días sin la presencia de Richard cerca y aclararme un poco las ideas. 

Aproveché que se había despistado, para meterme en la cama de nuevo e intentar dormir. 

Nil.

Eran las nueve de la mañana y yo estaba conduciendo hacia al aeropuerto como si fuera idiota. Juré no volver a Norwich y, aún así, lo hacía una vez al año para ver la tumba de mi madre. Sin embargo, ayer recibí un mensaje de Lisa que decía que había una reunión de antiguos alumnos y, como soy un gran idiota, no pude decir que no a verla de nuevo.

No tenía ni una pizca de sentimientos buenos por ella, pero me apetecía ver si había madurado. Y, de paso, ver a Louis. ¿Habría invitado a Celia? Sería de muy mal gusto después de lo que pasó, pero la veía capaz de cualquier cosa. 

¿Dónde iba a quedarme? Seguramente en el hotel que estaba cerca de casa de los padres de Lisa - donde se celebraba la fiesta -, para no tener que andar demasiado y, por si necesitaba huir, no perderme. 

Cuando llegué, me di cuenta de lo poco que lo había echado de menos. Todo estaba... igual. Y lo odiaba. 

Pedí un taxi hasta llegar al hotel y, cuanto más me adentraba a la ciudad, más me arrepentía de haber venido. Las casas eran las mismas, las únicas caras nuevas que habían eran niños pequeños llorando o en los parques. 

Me adentré en el hotel y quise retroceder. La recepcionista era la madre de Celia, por favor que no me viera, que no... Me había visto, mierda. 

- ¿Nil?- preguntó, ajustándose las gafas -. Oh, ¿has vuelto? Pero hoy no es su cumpleaños... 

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