Nil.
No me podía sacar de la cabeza mi suposición - por la cual pondría la mano en el fuego - sobre el chico del que Lisa se había enamorado.
Por supuesto que no era yo. Era Richard.
Básicamente, me había enterado de que Lisa y él se estaban acostando. Y ambos empezaron algo justo después de que Lisa me dejara. Lo que me llevaba a la conclusión de que, si a Lisa no le gustara Richard en un sentido más que sexual, no seguirían teniendo sexo, se hubiera aburrido ya.
- ¿Es Richard?- le pregunté a Louis en un susurro.
- ¿Quién?- cuestionó él, confuso, buscando a su alrededor.
Estábamos en el barco alquilado. Aproveché que nos dejaron solos para preguntárselo.
- No es que me importe, eh - aclaré, antes de seguir -. Pero es que tengo curiosidad por saber de quién se enamoró Lisa.
Louis rodó los ojos.
- Como abras la boca, te la parto - amenazó, suspirando -. Sí, es Richard.
Ni siquiera sé por qué me sorprendió si ya lo sabía.
- No quise darle tanto detalle a Celia, pero tampoco quería que viviera engañada - añadió, fijando su vista en ella -. Hacía mucho que no la veía tan feliz.
Giré la cabeza para mirarla. El poco viento que había hacía que su pelo se ondeara y el sol resaltaba el color de sus ojos. Y se le veía tan calmada mientras se reía...
- Conozco esa mirada...- murmuró Louis a mi lado, obligándome a apartar la mirada -. ¿Estás sintiendo cosas en ese trozo de piedra que tienes ahí?
Ese trozo de piedra que tenía ahí, se aceleró solo con escucharle mencionar eso último.
- Solo la estaba mirando, Louis - dije a la defensiva -. No hay nada.
- Pero es que no es cómo tú la miras, es cómo os miráis - siguió -. ¿Te acuerdas de lo que pasó ayer, no? Imagino que sí - esbozó una sonrisa -. Pues no te dije todo eso porque os lo montarais en el sofá, fue porque vi la ilusión en su cara.
No estaba preparado para escuchar eso.
- Tenía esperanza en que te hubieras dado cuenta de que merece la pena intentarlo con ella.
- Lo he hecho - le interrumpí.
- Demuéstralo, Nil.
Odiaba esa puta palabra.
- No sé demostrarlo - espeté por segunda vez en menos de cuarenta y ocho horas -. Nunca lo he hecho antes.
- No es necesario que se lo digas, solo tienes que demostarlo - murmuró.
Adam salió con alcohol para todos y ya me encontré un poco mejor, no quería pensar mucho.
Celia solo aceptó las cervezas.
- ¿Jugamos a verdad o reto?- preguntó Maya, que llevaba un par de copas de más.
La última vez que jugué a esto con Celia, acabó haciéndome una mamada.
- ¡Empiezo yo, venga!- dijo ella, emocionadísima -. Adam, cariño, ¿verdad o reto?
- Verdad - respondió él, riéndose al ver la cara de fastidio de su novia.
- Siempre eliges lo mismo...- comentó -. ¿Alguna vez te has besado con alguien de tu mismo sexo?
Adam desvió su mirada hacia mí y tragué saliva, divertido. Él asintió y Maya gritó de felicidad.
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Volver a ser nosotros
RomantizmEx... esa persona de la que tanto odiamos hablar. Eso incluye a Celia, que después de ocho años sin saber nada de su ex, se ve enfrentada a ser su vecina. ¿Cómo afectará esto a su vida actual? ¿Cómo afectará a su relación con su actual pareja? ¿Có...