(3 meses después)
Nil.
- ¡Siempre haces lo mismo!- gritó Lisa, dando un portazo.
- Qué pesada - murmuró Louis, sacando la tarta del horno.
Era el cumpleaños de Celia. Cumplía 17 y se nos había ocurrido hacerle una fiesta sorpresa. Lisa no estaba invitada, pero, evidentemente, se había enterado y exigía venir.
No invitarla había sido idea mía. A Celia le daría igual, lo sabía, pero yo quería centrar toda mi atención en ella y no en Lisa, lo cual era inevitable si se presentaba.
- Invitala, Louis, da igual - dije, preparando los adornos.
Él suspiró, mirándome fijamente.
- Oye, quiero hablar contigo - me dijo, tomando asiento en el sofá.
Me senté a su lado, nervioso.
- ¿Tú estás enamorado de Celia?- me preguntó, serio.
Nunca estaba serio a mi alrededor, no conocía esa faceta suya. Siempre bromeaba sobre todo o, al menos, tenía una sonrisa.
- Sí, claro que lo estoy - contesté.
La realidad era, que no estaba seguro. De hecho, dudaba bastante que lo que sentía dentro de mí cuando la veía fuera amor.
- ¿Seguro, Nil?- insistió -. Porque Celia se merece que la quieran y... Gabe, pese a no caerme del todo bien, la quiere. Me jodería mucho que perdiera esa oportunidad por ti.
- Gabe no la quiere más que yo y nunca lo hará, ¿vale?- aclaré, saliendo fuera a fumarme un cigarro.
Odiaba que lo mencionara. Puede que yo no estuviera enamorado de ella, pero no le importaba más de lo que a mí me importaba Celia. Había pasado con ella mi vida y estaba ahí para mí pasara lo que pasara. Gabe no era ni de lejos su mejor opción.
Celia.
Llevaba llamando a Nil toda la mañana, pero no recibía respuesta.
Joder, era mi cumpleaños y desaparecía así sin más. Había ido a su casa a buscarlo, pero solo me había encontrado a su padre tirado en el sofá. También había probado a ir a un aparcamiento al que suele ir para despejarse, tampoco lo había encontrado.
Lisa tampoco me cogía el teléfono y eso me provocaba muchísima ansiedad. ¿Estarían juntos? No, ¿verdad? Nil no sería capaz de hacerme eso...
Menudos 17 más bonitos.
Me sonó el teléfono y, en medio del aparcamiento, me apresuré a contestar, pensando que sería Nil.
- Celia, muchas felicidades - escuché que me decía Gabe.
Sonreí. Me alegraba de escucharle, pero estaba demasiado nerviosa como para darle una buena respuesta.
- Gracias, Gabe - dije.
Se originó un silencio entre nosotros. No nos había pasado antes.
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Volver a ser nosotros
RomanceEx... esa persona de la que tanto odiamos hablar. Eso incluye a Celia, que después de ocho años sin saber nada de su ex, se ve enfrentada a ser su vecina. ¿Cómo afectará esto a su vida actual? ¿Cómo afectará a su relación con su actual pareja? ¿Có...