Capítulo XXVIX

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Celia.

Louis, Nil y yo preparábamos las maletas en un silencio que llegaba a doler. Louis había intentado sacar conversación, pero ninguno la habíamos seguido.

- ¿Se puede saber qué os pasa?- inquirió, alzando los brazos en el aire -. Un día os besáis en el sofá y al otro no sois capaces de miraros a la cara. Parecéis críos.

Nil me miró, esperando que respondiera.

Podía entender que estuviera un poco molesto. Esa mañana, se había acercado a hablar conmigo y yo me había ido de la cocina. Lo había vuelto a intentar, pero empecé a hablar con Amaya para ignorarle.

- Hay que volver a la normalidad, ¿no?- pregunté -. Pues esto es lo normal.

Louis entrecerró los ojos y miró a Nil, que se encogió de hombros.

- ¿Le has hecho algo?- le preguntó, curioso.

- No - respondió Nil, pero luego me preguntó:-. ¿Verdad?

No sabía cómo explicar que, efectivamente, no había hecho nada malo, que todo eran imaginaciones mías.

- Bueno, yo ya he acabado - dijo Louis, cerrando su maleta -. Os dejo solos a ver si os aclaráis.

Se fue y Nil se sentó en la cama, dando un suspiro sonoro. Estaba casi de espaldas a él, por lo que me giré completamente para tenerle de frente.

- ¿Estás bien?- me preguntó.

¿Era inmadura por no ser capaz de hablarlo con él por miedo a sonar como una loca?

- Aún no me lo has demostrado, Nil - le dije, jugando con mis manos -. Y ayer... ayer Chelsey te llamó. No estoy celosa, pero me siento mal por si he hecho...

- Celia...

- ... Que se sienta mal. No sabía que tenías una relación con ella - seguí diciendo, cada vez más rápido -. Además, la vi hace poco y parecía afectada y...

- No salimos - sentenció, logrando que me callase.

- ¿No?- cuestioné.

- Qué va - negó con la cabeza -. Chelsey me llamó porque iba borracha.

Me sentí estúpida. Me estaba preocupando por una tontería causada porque tengo miedo.

- Me dijo que me odiaba, así que dudo que después de esa frase vaya a ser mi novia - comentó, poniéndose de pie para seguir haciendo la maleta -. Tampoco estaba esperando que lo fuera pero... Sí, ya me has entendido. 

Le miré, con mucha curiosidad. ¿Acababa de confesarme algo que, al menos yo, consideraría personal? Y parecía dolido con que Chelsey hubiera dicho eso, como si de verdad se preocupase por ella.

- La vida da muchas vueltas - murmuré -. El odio acaba yéndose más tarde o más pronto.

Sentí su mirada sobre mí mientras recogía mis cosas.

- ¿Eso quiere decir que ya no me odias?- preguntó, riéndose.

Entendí que era una broma, pero mi respuesta no iba a serlo.

- No, Nil, ya no te odio - contesté, fingiendo sonreír.

Nil.

Hacer bromas estaba bien hasta que ya no sabías si lo eran o no.

Acabamos de hacer las maletas y nos unimos a los demás, que nos esperaban para ir al aeropuerto. Elmo estaba entre ellos. Nos miró a Celia y a mí, negué con la cabeza en cuanto me di cuenta de lo que estaba pensando.

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