Epílogo.

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Maya y Adam.

Después de dos años y muchas insistencias por parte de Maya, se habían mudado a Los Ángeles.

Adam, que era previsor, se había asegurado de encontrar un trabajo antes de embarcarse en la aventura. Maya estaba feliz, no le gustaba coger tantos vuelos cada vez que tenía un evento.

Ahora, vivían en un apartamento. No tenía a un castaño de vecino ni a una rubia de vecina. Esa despedida, que esa vez si que no era a la puerta de al lado, había sido dura.

Lisa.

Lisa tenía su propio negocio en Norwich como modista. Funcionaba genial y era el más popular de la ciudad.

Vivía en una casa pequeña, pero era suficiente para ella y su hijo, Charlie. Richard tenía relación con su hijo, pero era una un tanto intermitente.

Richard siempre encontraba alguna excusa cuando le tocaba encargarse de su hijo. Entonces, para que Lisa no cargara con todo el peso, Louis se quedaba con su sobrino.

Louis.

En su puesto de profesor, le habían ofrecido un puesto en Londres. Quiso aceptarlo, pero no podía. Lisa y Charlie le necesitaban.

El amor llegó a su puerta, pero terminó. Su pareja también se dedicaba a la educación y tuvo que marcharse porque, al igual que a él, le ofrecieron una vacante en otro colegio. Fue un adiós duro, pero nadie aseguraba que definitivo.

En cuanto a sus dos amigos de la infancia, Louis seguía hablando con ellos. De vez en cuando, se acercaban por Norwich y le visitaban.

Jessica.

Jessica había cambiado de trabajo. Ya no era entrenadora en un gimnasio, ahora daba clases de educación física en un instituto de Londres.

Relacionado con Dean... el amor se agotó. Ninguno de los dos pudo hacer nada por salvarlo y lo dejaron después de 1 y 3 meses de relación. Quedaron como amigos.

Su amigo y acompañante de paseos en moto, seguía con ella. También su amiga la rubia.

Nil y Celia.

Seguían viviendo en aquel ático de Londres, que tenía unos nuevos vecinos. Una pareja de franceses. No parecían tan agradables como los anteriores, pero... habría que conformarse.

Nil seguía entrenando a esos niños. Había conseguido crearse un ejército de mini Nils que hicieran locuras con él. Celia seguía de arquitecta en aquella empresa en la que la contrataron. Le encantaba.

En cuanto, a toda la gente que aparece en la historia de su vida, les guardan un gran cariño y, por supuesto, le dan las gracias.

Nota de Autor:

ME MUERO.

¿Qué os ha sorprendido? ¿Qué odiais?

Gracias por leer os quiero 💕😭.

Pd: decidme qué queréis ver en los extra.

Volver a ser nosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora