Fiesta IV

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¡Holaaaaa~! Esta parte la iba a subir hace bastante pero para no variar tuve problemas familiares que me hicieron desconectarme de absolutamente todo Dx Imagino en mucho tiempo cuando re lea las notas de esta historia y vea que me pasaron muchas cosas mientras la escribía jajajaja En fin, terminé de escribirlo y ya lo estoy subiendo porque ansiosa así que espero que no haya muchas repeticiones, errores, etc. ¡Espero que lo disfruten!

Un pensamiento propio de ser un hermano mayor, guardián por naturaleza y experiencia, azotó su mente. Miró al oji azul con consternación.

-¿Puedes beber alcohol?-preguntó entre la curiosidad y la advertencia.

La expresión de Castiel mostraba su confusión. Asintió con la cabeza lentamente, claramente pensando a qué venía la pregunta.

-Lo digo por tu afasia.-le explicó Dean en un murmullo.-No sé si hay algo que no puedas hacer...

-Haaaablaaaar.-respondió entre el chiste y la aflicción.

El rubio revoleó los ojos, molesto.

-No digas tonterías.-lo regañó.-Te pregunto en serio. Quizás tomas algún medicamento algo...de hecho hoy fuiste al logopeda, ¿no? ¿No te afecta a algo tomar alcohol?

Castiel sonrió suavemente, conmovido de que Dean se preocupara tanto por él. Le gustaba que, aunque no conocía todo sobre su condición, se esforzaba por hacerlo, incluso preguntándole lo que desconocía. Se notaba que el Winchester estaba pendiente de que las personas a su alrededor estuviesen bien y cuidadas.

-Loogopeeedaaa haceeeer ejeeerciiiciooossss-le explicó mientras se señalaba el cuello con la mano que no sostenía el vaso.- Alcooohoool noo afeeectaaar.

Notó cómo Dean se relajaba ante la afirmación, y ese gesto tan tierno solo hizo que sonriera más.

-Nooo tooomaaar haaaceee muuuuchooo...-comentó.

-¿Desde la cerveza en el techo de mi casa?-preguntó con complicidad. Castiel asintió, feliz de ver que Dean recordaba el episodio.-Y supongo que antes de eso hacía bastante tiempo que no bebías.-aventuró.

Castiel asintió con la cabeza.

-Pooor esooo hoooy bebeeeer...peeerooo nooo taaaantooo comooo tuuuu...Noooo pooodeeer compeeetiiir.

Dean largó una breve carcajada, pues entendió que Castiel se refería a la anécdota que le había contado en las hamacas: que Crowley no lo invitaba más a sus cumpleaños desde aquella competencia por beber que había jugado con los presentes.

-Es una sabia decisión, Cas. Desde esa fiesta de Crowley tengo el título del mejor bebedor de la ciudad.

A diferencia de la conversación previa, Dean había hablado en un tono de voz bastante alto. Crowley hizo un ruido con la boca que generó que ambos volteasen a verlo. Habían creído que estaban solos en la fiesta, en la residencia Winchester, y prácticamente en el planeta. Sin embargo, quizás por el ambiente, la emoción, el alcohol, o la ansiedad: por lo que fuera, no descruzaron los brazos. Solo giraron la cabeza para mirar a Crowley, pero no se alejaron ni se movieron, porque estaban cómodos.

-Dios mío, no me digas que le contaste de aquella vez. Realmente no sabes venderte, Dean. Agradece que tienes esa cara de ken, porque si no te sería imposible.

-Hey, conste que le conté la anécdota para defenderte.-contestó sin estar molesto, y sin cambiar la postura.

Castiel sonrió levemente al ver que Dean podía incluso hablar con sus amigos sin necesidad de descruzar los brazos, porque ello demostraba que estaba auténticamente cómodo con su cercanía. Quizás el alcohol tuviese que ver con la pérdida de timidez del Winchester, pero a esa altura al Shurley no le molestaba. No si eso significaba que podía estar casi pegado a él sin que huyera por los nervios.

Sobran las Palabras [Destiel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora