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¡Hola~! Traigo un capítulo LAAARGO para compensar (?) No quiero spoilear así que sigo luego del cap. ¡Qué lo disfruten!


Dean Winchester era malo para muchas cosas. Era malo para hablar de sus sentimientos, para usar tecnologías nuevas, para comer sin hablar, para aceptar conocer bandas nuevas, para pedir ayuda.

Pero para lo que sí era bueno, era para actuar.

Tal vez no era un don de nacimiento, sino una habilidad adquirida mientras criaba a Sammy. Y no es que pudiese actuar bien siempre, sin embargo, sí podía hacerlo cuando una situación lo requería. Hasta donde él tenía conocimiento, su hermano jamás se había enterado la cantidad de veces que le había mentido en navidad asegurándole que los regalos eran de parte de su padre, cuando en verdad había tenido que comprarlos él porque John trabajaba. Tampoco había descubierto las ocasiones en las que se encontraba enfermo pero simulaba estar bien para llevarlo a la escuela y prepararle la comida. Y era especialmente formidable para calmar a Sammy: cada vez que su hermano lloraba o le explicaba que estaba triste o asustado por no tener una madre como el resto de los niños, Dean conservaba la calma y lo llenaba de razones para no sentirse triste. Razones que, por supuesto, no apaciguaban su propio corazón. Y asistía así a actos, reuniones, como si en serio entendiese de qué trataban y no se sintiese roto por dentro. Él sonreía, Sam sonreía, misión completada.

En parte, esa habilidad de actuación le había jugado en contra en el pasado. Había disimulado tan pero tan bien que no se encontraba mal, que solo cuando la situación se había vuelto dolorosamente insostenible había salido a la luz lo destrozado que estaba.

Sí, definitivamente, Dean Winchester podía ser un actor experto.

Porque lo cierto es que la tranquilidad que le había transmitido a Castiel respecto a la cena era totalmente falsa.

Dean se aseguró que Castiel entrase a su casa antes de cerrar la puerta. Apenas escuchó el ruido de que se cerraba, perdió todo el aire de sus pulmones. Se sostuvo con ambas manos de la pared para no perder el equilibrio. ¡¿Iba a conocer a la familia Shurley?! ¡Y en una cena totalmente planificada! ¡En su propia casa, terreno ajeno! ¡Mañana mismo! ¡No podía ser verdad! ¡Maldita, maldita gente de la iglesia que había provocado ese desastre!

Intentó respirar profundamente para tranquilizarse. ¡¿Qué mierda iba a hacer?! Ya sabía que no le caía bien a la madre de Castiel. ¿Cómo mejorar la imagen que tenía de él en una cena? ¡Era imposible! No había forma de que esa situación le favoreciera. ¿Y Chuck? Parecía ser un poco más simpático, pero, ¿hasta qué punto? Y, para colmo, el único que conocía y que sabía que realmente lo apreciaba... ¡tenía problemas para hablar!

Dean se tiró al sillón, completamente rendido. No importaba las vueltas que le diese al asunto: no parecía haber una solución. Ni siquiera podía decir que estaba enfermo, porque solo retrasaría el eventual encuentro. ¿Por qué tenía que ser tan educada la familia Shurley? Estaba seguro que su padre no había contemplado esa posibilidad cuando había invitado a Castiel a cenar. El rubio suspiró. El daño ya estaba hecho. Y si algo sabían hacer los Winchester, era afrontar situaciones adversas.

Necesitaba ayuda.

No podía pedirle a alguien que lo sustituyese. No podía huir. Lo que debía hacer era prepararse lo mejor posible, como su padre y Bobby le habían enseñado. ¿Cómo prepararse para una cena en una casa ajena? Debía aprender cómo comportarse para salir lo mejor parado posible. Comportarse...Un nombre apareció en su mente. Corrió hacia el teléfono, marcó el número de memoria, y esperó unos segundos.

-Atiende ya, maldita sea.-masculló entre dientes.

Al cabo de un ratito, una voz sonó del otro lado del auricular.

Sobran las Palabras [Destiel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora