Enfermo III

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Castiel caminó con paso decidido, a pesar de que estaba nervioso. Sabía que sus padres no serían fáciles de convencer, sobre todo su madre. Con algo de suerte, aún seguiría en la iglesia, y solo tendría que hablar con su padre. Entendía que lo cuidasen, y durante mucho tiempo no se había quejado por ello. Pero ahora realmente quería cuidar a Dean y, más importante aún, se sentía capaz de hacerlo. Un sentimiento que hacía mucho tiempo que no experimentaba.

Abrió la puerta examinando qué ambiente había dentro. Caminó hasta el living, donde encontró a su padre anotando palabras amontonadas en un papel. De hecho, toda la mesa estaba cubierta por papeles desperdigados, lo cual quería decir que su padre estaba en un momento de concentración e inspiración escritora. Eso era bueno: solía estar de un humor excelente cuando estaba en esa situación. En realidad, probablemente quisiese seguir antes de que su esposa llegase y no quisiera usar tiempo en discutir con Castiel. O él, al menos, esperaba que sucediese aquello.

-Oh, hola Castiel. ¡Estoy escribiendo!-exclamó con entusiasmo, como si no fuera obvio.-Creo que esta idea es realmente buena. Pero no te contaré nada, quiero esperar a tenerla más trabajada.

Castiel sonrió con ternura. Le gustaba ver a su padre feliz por hacer lo que le gustaba. Parecía un niño pequeño con un nuevo juguete.

-Paa...dreeee....

Chuck alzó la vista del papel. Cuando Castiel hacía el esfuerzo de llamarlo, era porque se trataba de algo importante.

-¿Ocurre algo?-preguntó con preocupación.

-Quee..reeer...peee...diiiir....peeermiii...so...quue...daaaar...caaaa...saa Deean door...miiir...-expresó enta y dificultoamente, epro in dudar.

-¿Me etás pidierndo permiso para quedarte a dormir en la caa de Dean?-preguntó para aegurarse, a pesar de que Castiel, dentro de sus maneras, había sido basstante claro.

Su hijo afirmó con la cabeza pero, contrario a lo que esperaba, continuó hablando.

-Deeeaaan....eeenferrmooo....yoo...cuiidaaarr....

Ahora sí Chuck enfocó su vista en Castiel con sorpresa. No se esperaba algo así. Que su hijo le pidiese permiso para quedarse a dormir en lo de su amigo era más o menos predecible. Pero, ¿quedarse allí para cuidar a Dean que estaba enfermo?

-Yoo....-continuó, increíblemente-poodeer...cuiidaaar....

Castiel lo miraba con una decisión que Cuhck no había visto en los ojos de su hijo desde....antes del accidente, probablemente. No es que no tuviese carácter, pero toda la situación había menguado considerablemente su auto estima, y, por tanto, su confianza en sí mismo. Y ahora estaba allí plantado firmemente, diciendo en voz alta que estaba capactiado para cuidar a alguien, aunque hacía tiempo que él siempre jugaba el rol de ser cuidado.

¿Cuánto había influenciado Dean Winchester en su hijo para lograr que por fin quisiera volver a ser él?

-Bueno, Castiel...-comenzó a responder por fin, luego de unos minutos de silencio.-Sabes que tu madre te diría que no.

Notó la decepción en los ojos azules. Sin embargo, seguía la firmeza allí, como si ese simple comentario no fuese a desarmarlo. Chuck sonrió con orgullo.

-Pero ella no está aquí, así que decido yo.

Castiel sonrió levemente, con cierta esperanza. Su padre suspiró, y dejó el lápiz en la mesa. Eso quería decir que iba a decirle algo importante, y su hijo no supo qué esperar.

-Supongo que ya te habrás dado cuenta que tu madre y yo no acordamos en algunas cosas. En varias. Pero sobre todo en lo que se refiere a ti. Cuando nos mudamos aquí, pensé que era una gran oportunidad para que tú pudieras...-y se incomodó, porque nunca sabía cómo tratar el tema.-Tú sabes. Retomar....un poco el camino que se te interrumpió. No me mal interpretes, tu madre también quiere eso. Pero ella siempre tiene miedo de que te lastimes, así quiere protegerte.-y con una sonrisa divertida, explicó-Yo creo que justamente tienes que lastimarte, porque es lo que nos pasa a todos. Es la vida. Y quiero que vivas una vida plena, como cualquier otra persona.

Sobran las Palabras [Destiel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora