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Sentados en el cuarto de Dean, ambos miraban con detenimiento el equipo de música, que había dejado de sonar, pues se había terminado la cinta. El rubio quería seguir escuchando música con Castiel, compartiendo esa intimidad tan única que se había formado entre ellos. Pero ya lo habían hecho bastante rato, y temía que su vecino se aburriese. Además, estaba por caer la tarde, y dado que el plan había sido tan improvisado (a pesar de contar con el permiso y apoyo de ), no sabía hasta qué hora podía quedarse en su casa Cas. Y lo que menos quería era molestar a su madre, a quien evidentemente no le agradaba.

-Hey, ¿quieres tomar algo?-preguntó conteniendo su ansiedad, pues no quería que sonase a que quería seguir estando con su vecino, aunque así era.

Castiel asintió rápidamente con la cabeza, sin dudarlo, y Dean se preguntó si no sería que él también quería permanecer así, juntos. Como fuera, le regaló una amplia y sincera sonrisa, que contagió a su nuevo amigo.

-Vamos.-dijo mientras se paraba.

El oji azul lo siguió en su camino a la cocina, aunque Dean notó que al llegar a la puerta de su cuarto, le echaba un último vistazo, como si quisiera guardarse esa imagen. Sonrió para sí.

-Ponte cómodo.-le indicó al ver que su amigo se quedaba parado, con cierta tensión corporal.-En serio, Cas. Siéntate donde gustes.

El mencionado, aún tenso, se acercó lentamente a las sillas. Luego de una pequeña deliberación interna, comenzó a sentarse en una al azar.

-¿Quieres jugo? Tengo de manzana y de...

Dean se cortó en seco cuando escuchó un estruendo detrás de él. Asustado y sorprendido volteó rápidamente a ver qué había pasado: en el suelo estaba Cas, visiblemente aturdido, y alrededor de él, las partes (ahora desencajadas) de una silla.

-¡Cas! ¿Estás bien?-'preguntó con cierta preocupación, porque a pesar de que la contextura del oji azul no erala de alguien delicado, no podía evitar pensar en su extraña manera de hablar, lo que le hacía pensar que quizás no estaba tan sano como aparentaba.

El mencionado, aún en el suelo, asintió con la cabeza. Dean suspiró, más tranquilo.

-¡Le dije a papá que no se sentara tan bruscamente en las sillas! Ese hombre nunca me escucha...-comenzó a quejarse Dean con indignación y enojo.

Castiel lo miró, y comenzó a reírse. El rubio supuso que realmente debía escuchase como una esposa gruñona, así que no pudo evitar sonrojarse con furia. Mataría a su padre en cuanto lo viese, definitivamente. Pero, tenía que admitir que la sonrisa brillante y el sonido de la carcajada de su amigo valían la pena.

-Realmente lo siento...-murmuró, aún avergonzado, mientras se acercaba. Le tendió la mano para ayudarlo a levantarse.-¿Estás bi...?

La pregunta de Dean se vio interrumpida pues Castiel había tomado su brazo...para tirar de él y arrastrarlo al suelo. El rubio cayó básicamente sobre su vecino, mientras echaba una maldición automáticamente.

-¡Cas! Eres un idiota.

Ambos comenzaron a reírse, y a Dean le pareció que era un castigo justo por haberlo hecho caer (aunque la culpa en verdad era de su padre). Cuando comenzaron a calmarse, el rubio se percató de que había caído exactamente sobre Castiel. Sentía su corazón latir con cierta velocidad más alta que la normal. También podía percibir la tibieza corporal que desprendía, y un ligero aroma particular. Levantó un poco la cabeza, y se percató de que sus rostros estaban muy cerca. Las sensaciones que lo invadían ante tal contacto y cercanía eran intensas, y por un momento creyó que realmente se perdería en esas gemas azules que lo miraban fijamente. Sonrojado, se dio cuenta de que habían pasado varios segundos desde que habían logrado dejar de reírse y él seguía allí recostado, como si Castiel fuera lo más cómodo del universo. Y es que lo era, pero no era cuestión de que se lo demostrase tan pronto. En silencio, pues estaba demasiado avergonzado, Dean se levantó, con cuidado para no lastimar al cuerpo debajo de él. Una vez parado, ofreció de nuevo su brazo, mientras intentaba vencer sus nervios.

Sobran las Palabras [Destiel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora