Sobran las Palabras [Destiel]

Videojuegos II

¡Hola! ¡He regresado! Admito que en verdad este cap iba a ser más corto, pero como tardé bastante más de lo que quería en actualizar decidí dejarlo así. Por eso hay un cambio de punto de vista, cosa que prefiero hacer de un cap a otro y no en el mismo, aunque puede ser que comience a pasar más seguido.

En este capítulo aparecen algunos juegos, por las dudas dejo las referencias al final, ya que a veces dudo mucho con cómo se llaman en otros lugares <3

¡Espero que lo disfruten~! 

Dean tardó un par de segundos en seguir a Castiel, pero en cuanto lo vio alejarse un poco se apresuró para llegar a su lado.

-No sabes el camino.-lo retó sonriendo.-No quiero que te pierdas.

Castiel lo miró con diversión, y Dean sintió cómo su pecho se aligeraba. Aunque había intentando mantenerse tranquilo, el reencuentro del ojiazul y sus amigos luego del desastre de la fiesta lo ponía nervioso. Sabía que ninguno haría o diría nada que pudiese desatar una pelea, pero era un asunto delicado. Lo había dejado todo, literalmente, para explicarle a cada parte porqué el error había sido suyo y en verdad no había tantos motivos para que las cosas estuviesen tensas entre todos. Pero una parte suya aún temía que la tensión no desapareciese, y tuviese que lidiar con ella. Ya había vivido la experiencia de sus amigos odiando a Michael, y no quería repetirla. Aunque Castiel no era su novio, como Michael. Castiel era...

La mente de Dean quedó en blanco.

Debía haber hecho una mueca graciosa, porque oyó la ligera risa de Castiel a su lado.

No importaba qué era, al menos por ahora. Sólo importaba que habían vuelto a hablar, y Castiel parecía haber perdonado a sus amigos, quienes a su vez habían sido amables con él, y estaban yendo a jugar videojuegos y pasar una tarde increíble.

-¿Tan ansioso para que te patee el trasero en las carreras?-preguntó con travesura.

Oía los pasos de sus amigos detrás de ellos, aunque a cierta distancia. Miró a Castiel, esperando una respuesta que no llegó, y supuso que ni siquiera eso lo dejaba tranquilo para hablar. Decidió concederle un poco de tiempo antes de presionarlo para que hablase, pues no aceptaría no oír su voz en toda la tarde. Sin embargo, reconocía que había hecho un gran esfuerzo al aceptar salir con ellos de pronto, sin poder planificar nada ni prepararse, cuando eso iba en contra de su carácter. Además, Castiel sonreía, como si intentase demostrarle que, a pesar de todo, no estaba tan incómodo. Dean correspondió la sonrisa y comenzó a hablar de tonterías, sólo entre ellos dos. Quería que Castiel se relajase, que realmente disfrutase la tarde con él, sobre todo después de lo estresantes que habían sido los últimos días para ambos. Estaba demasiado feliz de haber podido expresar todos sus sentimientos la tarde anterior. Durante tanto, tanto tiempo había compartimentado sus dolores y sus temores, que poder al fin sacarlos sin recibir juicio o lástima había sido una liberación plena.

"Reeecooordaaaarmeee queeee yooo poodeeer seeer fueeeertee..."

"Tú me recuerdas que yo puedo ser vulnerable."

Sabía que esas palabras quedarían grabadas en su mente y en su corazón para siempre, sin importar qué ocurriese en el futuro. Pero también sabía que se aseguraría de que Castiel estuviese en él, de mantenerlo a su lado porque, como le había confesado, le hacía bien. Le permitía ser realmente él, sin máscaras para ocultar sus dolores en pos de no preocupar a nadie. Y Dean estaba cansado de fingir.

Aunque ahora no le hacía falta, porque estaba genuinamente emocionado de estar con Castiel, los dos sonriendo, dirigiéndose a un lugar divertido y sin ningún tipo de inquietud. Confiaba en que sus amigos contribuyesen a que todo fuese tranquilo y disfrutable. Y, si no era posible, él se encargaría de que Cas estuviese lo más cómodo posible. Sólo quería verlo así, sonriente y despreocupado. Se lo merecía después de todo lo que Dean le había hecho pasar.