Enfermo I

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¡Hola~! Traigo un nuevo capitulito de esta historia. Es bastante más corto que lo habitual, porque estaba esperando a tener tiempo/ganas de escribir, pero como veo que va para largo, me pareció mejor subirlo. Básicamente va a ser un capítulo dividido en dos, pero para no dejar tanto en pausa la historia. Espero que comprendan, y lo disfruten <3


-¡Cuídate!

La voz de un hombre le llamó la atención. El sonido había venido de afuera y, si no se equivocaba, probablemente de la casa de enfrente. Se asomó a la ventana con curiosidad, y descubrió que John Winchester acababa de subirse a su auto. Mientras se alejaba, Castiel miró la hora. Se sorprendió, pues el padre de Dean solía irse bastante más temprano a trabajar. Y ese "cuídate" gritado desde la puerta... ¿le habría ocurrido algo a su vecino? Con preocupación y curiosidad, decidió averiguarlo.

Cas tocó la puerta y esperó más tiempo de lo usual. Al rato Dean asomó, con un aspecto terrible. El cabello pegado a la cara, las mejillas sonrojadas, los ojos entreabiertos y la manera en que se abrazaba a sí mismo en un intento de darse calor le indicaron que estaba enfermo.

-Lo siento, Cas.-dijo con la voz más nasal que de costumbre.-Estoy enfermo.

Castiel esbozó una pequeña sonrisa.

-Dar...cuenta...

-Dios, debo verme terrible.-y se llevó las manos a la cara nerviosamente, evidentemente avergonzado.-Apenas me sienta mejor iré a tu casa....

Pero Castiel lo empujó suavemente, obligándolo a entrar. A continuación el castaño también entró, y cerró la puerta tras él.

-¿Qué haces?-preguntó sorprendido.

-Cuidar...Yo...-dijo con esfuerzo, pero sonriendo.

Dean pestañeó un par de veces, procesando las palabras.

-No hace falta que me cuides, Cas.-y como para contradecir sus palabras, estornudó con fuerza.

-Querer....-explicó con las mejillas un poco sonrojadas.- Sam...campamentoooo....Padree....iir...auto...

-Sí, mi padre acaba de irse.-y, de pronto, añadió en descubrimiento.- ¿Por eso viniste?

Castiel ladeó la cabeza con ternura. Era obvio que no quería que Dean, estando enfermo, estuviese solo. El rubio volvió a estornudar, y Cas frunció el ceño.

-Des...cansar.

Agarró a Dean de la mano y lo condujo, contra su voluntad, a su cuarto. Allí Castiel vio que la cama estaba cubierta de mantas y deshecha, probablemente Dean solo se hubiese levantado para abrir la puerta. Se la señaló, y, aunque suspiró con cansancio, el rubio se terminó acostando.

-Ya me acosté, ¿ves?-y tosió sin querer.

-¿Medi...ca...meeen...tos?

-No, no tomé nada. ¡Hey, no me pongas esa cara! Quise hacerlo, pero cuando junté fuerzas para ir al baño no encontré nada que sirviera.

Castiel negó con la cabeza suavemente. Dean era muy maduro en muchas cosas, pero era obvio que llevar adelante una casa era arduo para un muchacho de diecisiete años. Castiel apostaría a que si fuese Sammy quien se hubiese enfermado, Dean ya hubiese conseguido un millón de medicamentos. Pero, ¿quién hacía eso por Dean? Y más estando solo. Sin decir palabra, Castiel salió de la habitación.

No le dijo nada, pero Dean miró cómo se iba. Su corazón se achicó cuando oyó el ruido de la puerta de entrada ser abierta y cerrada. Probablemente Castiel se hubiese molestado por su falta de cuidado. O quizás simplemente no tenía ganas de cuidarlo, lo cual era completamente entendible. Sin embargo...se había ilusionado con tener al castaño allí, haciéndole compañía mientras estaba enfermo. Y haciéndolo sentir...Seguro. Querido. Como hacía mucho no se sentía. Rayos, debía estar realmente afiebrado por sentirse tan afectado.

Sobran las Palabras [Destiel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora