Cita VIII

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¡¡¡Sí, regresó esta historria!!! Y ES UN CAPÍTULO LARGUÍSIMO, CASI DOS EN UNO <3 Como recompensa por toooda la espera uwu!

Ahora -por fin- mi situación familiar parece haberse acomodado, así que en verdad no debería tardar tanto en actualizar. La verdad esta historia me salvó bastante, ya que me encanta imaginarla <3 Y saber que alguien disfruta leerla me incita a escribirla <3 

¡Espero que disfruten el cap~!



-Te defendiste bastante bien, pero claramente te aplasté.-comentó Dean con diversión y arrogancia mientras caminaban.

-Meeentirrraaaa....-respondió sin estar enojado, pero simulando indignación.

-No puedes ganarme en nada que respecte a los autos, Cas.

-Peero...en lo demáaaas...síi....-respondió con desafío.

-Bueno, te admito que actitud no te falta.-y sonrió brillantemente, mostrando que era un cumplido.

Castiel sonrió tímidamente. Se alegraba de que la tensión entre ellos se hubiese esfumado. El Winchester parecía mucho más relajado. Quizás realmente los autos podían sacarle los nervios –o al menos los autos que podían chocar con otros-.

-Creo que nos hemos subido a todos los juegos.-comentó con cierta decepción, pues parecía que eso indicaba el fin del encuentro.

-Podeeer...repeetiir...

Dean sonrió con verdadera alegría. Le gustaba saber que Castiel aún quería estar con él, pues podría haber acordado en que se habían subido a todos los juegos y decidir irse. En cambio, proponía repetir juegos, lo cual al menos quería decir que no quería irse ya de allí, de estar con él. Comenzó a mirar a su alrededor, a ver qué juego cercano era interesante para volver a subirse.

-Podríamos ir a...-de pronto, la vio.- ¡Ese! Aún no hemos ido.

Castiel siguió la dirección que indicaba el dedo de Dean. No era exactamente un juego como los que venían probando, si no que se trataba de una estructura similar a una casa. Un cartel arriba decía su nombre: "Laberinto de espejos".

-Quizás es una mierda, pero no lo hemos probado.

-Podeeer...seeeeer...divertiidooo...

-Entonces, vamos.

Caminaron tranquilamente hasta la casa. Había muy poca fila, y ningún niño en ella. Dean miró los carteles que estaban a modo de advertencia para quienes hacían la fila. Al parecer se trataba de una atracción que podía causar estragos en personas con ciertas enfermedades mentales, así como en niños, así que se advertía que tuviesen cuidado. Dean rió con burla, divertido ante tanta cartelería para un juego que no tenía ni la mitad de adrenalina que todo el resto del parque.

-Qué exagerados.-comentó con gracia.

-Teneeeeer....cuiiidadooo...-respondió, seriamente, Castiel.

-No me digas que estás asustado, Cas.

El castaño negó con la cabeza. Miró fijamente la casa de los espejos.

-Peeero...teneeer clariiiidaaad meeeentaaal...

-¿La tienes o la necesitas para este juego?

-Aaaaambaaas...

-Pues bien por ti, pero no es mi caso.

Castiel volteó a verlo, con un claro interrogante en el rostro. "¿No la tienes, o no la necesitas para este juego?"

Sobran las Palabras [Destiel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora