Sobran las Palabras [Destiel]

Helado II

¡Hola~! ¡He vuelto! Tengo hace bastante tiempo escrito este cap, pero quería hacerlo más largo e incluir lo que viene luego. Sin embargo, vi la última fecha de actualización D:! Así que prefiero subir esta parte, aunque no sea la gran cosa, para bajar ansiedad. Intentaré actualizar pronto, lo prometo uwu 

Gracias por toda la paciencia, siempre <3

La mañana siguiente al incendio en el que había muerto su madre, Dean había deseado con todas sus fuerzas que el día anterior hubiese sido un sueño. Una horrible pesadilla. Había mantenido los ojos cerrados apretadamente, porque sentía que si se quedaba en este extraño estado entre el sueño y la vigía, tal vez su anhelo se cumpliría. Luego de unos segundos abriría los ojos, y estaría en su cuarto, mirando las pegatinas de su techo, oyendo la televisión prendida abajo y el ruido de su madre cocinando, tal vez incluso la risa de bebé de Sammy. Pero cuando al fin había levantado los párpados, la realidad había caído –quizás incluso más pesada luego del anhelo- con toda su brusquedad. La luz blanquecina, el olor insoportable a limpio, los sonidos extraños de una máquina a su lado, la incomodad de una cama que no eran la propia. Todo ello se sentía como una burla cruel a sus esfuerzos inútiles.

La mañana siguiente a la golpiza de Michael, Dean había deseado con todas sus fuerzas que el día anterior hubiese sido un sueño Una horrible pesadilla. Había mantenido los ojos cerrados apretadamente, porque sentía que si se quedaba en este extraño estado entre el sueño y la vigía, tal vez su anhelo se cumpliría. Luego de unos segundos abriría los ojos, y Michael estaría mirándolo dormir con una sonrisa suave en el rostro, y él oiría el viento afuera sin sentirlo en piel, pues habría estado toda la noche en una casa cálida, cuidado y querido. Pero cuando al fin había levantado los párpados, la realidad había caído –quizás incluso más pesada luego del anhelo- con toda su brusquedad. Su piel aún fría, como si no pudiese recuperar el calor a pesar de haber estado bajo mantas, el dolor agudo en las más sensibles que habían recibido los impactos de Michael, su cuerpo tenso ante el contacto ajeno, porque su parte inconsciente sabía que esto estaba terriblemente mal. Todo ello se sentía como una burla cruel a sus esfuerzos inútiles.

La mañana siguiente al reencuentro con Castiel, Dean deseó con todas sus fuerzas que el día anterior no hubiese sido un sueño. Mantuvo los ojos cerrados apretadamente, porque sentía que si se quedaba en este extraño estado entre el sueño y la vigía, tal vez su anhelo se cumpliría. Luego de unos segundos abriría los ojos, y los sentiría hinchados de tanto llorar al día anterior, y escucharía la voz en Castiel en su mente de una forma que sólo un recuerdo, y no un sueño, podía reproducir. Castiel asegurándole que lo esperaría, que siempre estaría con él a pesar de todo, que creía que Dean lo había ayudado. Y olería el aroma dulce y cálido de un pay de manzana cocinado sólo para él, una muestra de cariño materializada. Cuando al fin se animó a levantar los párpados, la realidad había caído –quizás incluso más ligera luego del anhelo- con toda su suavidad. Su piel acariciada por el peluche de abeja que había abrazado como una prolongación de los abrazos de Castiel, sus ojos deliciosamente húmedos de tanto llanto aún después de horas, el sabor del pay de manzana aún en su garganta, su corazón tranquilo y sereno, porque su parte inconsciente sabía que eso estaba increíblemente bien. Todo ello se sentía como una recompensa compasiva a sus esfuerzos imperiosos.

Se levantó con toda la energía que le había faltado en los días luego de la fiesta. Sentía como si, al fin, estuviese recibiendo la luz al final del túnel. Y sí, tal vez había sido él mismo quien se había colocado en ese pasillo por culpa de su baja autoestima y su cobardía. Pero también había caminado a través de él, para encontrar la mano cálida de Castiel esperándolo al final para salir de nuevo hacia la superficie.