Capítulo 9

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Gian

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Enserio se atrevió a colgarme, ni siquiera me dejo hablar. Nadie se atrevió a tanto en su vida.

Ya que mi opinión no vale, hablaremos hoy. Si, sé que estoy loco y que puedo esperar a mañana, pero no quiero. Desde que me colgó hace unas horas he estado dándole vueltas a lo que quiere hablar y no llego absolutamente a nada.

-Gian, vas a hacer un agujero en el piso con tantas vueltas- me detengo - Cuanto poder tiene esa chica en ti.

-Cállate - lo miro mal.

-Es que si te vieras esta que te haces en los pantalones por un simple "hablamos mañana"- se está burlando de mi - relájate y espera hasta mañana y ya está.

- ¡No! - se sobresalta - iré hoy y no hables más del tema que me cansas.

Voy a mi habitación. Me ducho, me despido de mi princesa y me voy. No vas a jugar conmigo intrusa y si en este juego que quieres crear. No seré el único que caiga.

Llego a su casa al mismo tiempo que llega otro auto del que salen ella y la amiga con dos pequeños en brazos. No se percata de mi presencia y estoy tentado a irme, pero ella es como un imán y todo de ella me atrae demasiado. No me voy a ir hasta saber que quiere y jugar un poco.

Saco mi móvil y busco su contacto y le escribo

Intrusa: Estoy afuera, ¿me abres?

Lo ha visto. Cuento los segundos cuando aparece frente a mí en la puerta.

- ¿Qué haces aquí? - tiene el ceño fruncido. Me causa tanta Gracias cuando hace eso. Se ve tierna. Me recuerda a mi pequeña cuando hace berrinche.

-Querías hablar y eso es lo que vine hacer - digo lo obvio - me dejaras pasar o hablaremos así.

Me deja pasar a regañadientes. Y me conduce hasta una pequeña oficina que es bastante parecida a la de mi padre, pero esta es más femenina.

-Bien, hablemos - su voz es fuerte y clara, pero su cuerpo dice otra cosa; Las manos le tiemblan y desde aquí se le ve que tiene el pulso acelerado.

Me señala el pequeño sofá que hay en el lugar, tomo asiento y empieza hablar.

-Quiero que retomemos lo de ser "novios" de mentiras - no me mira a los ojos - no es porque necesito estar contigo, es por lo de Jack. Se que te dije que no quería por esto y lo otro y...

-Está bien, hagámoslo - ahora si me mira con cara de sorprendida - pero debemos saber cómo vamos a actuar, no puedes separarte de mí cada que te bese, tampoco preguntarme cada que lo haga o porqué lo hice - asiente.

-Bésame - juego con un mechón su cabello.

- ¡¿Qué?!

- ¿No quieres? - frunzo el ceño.

-Si. Digo ¡No! - la atraigo hacia mí y la beso.

La tomo del cuello y la beso como si no hubiera mañana, la beso como si mi vida dependiera de ello. Es demasiada adictiva. Joder me encanta. La acerco más a mí y no me es suficiente, la subo a mi regazo mientras dejo que ella tome el control del beso, empezando un jugueteo con la lengua que hace que, me ponga más duro de lo que estoy.

Aprieto su cadera y la froto contra mí y ella gime. Joder me va a volver loco, tengo que parar, pero no puedo, joder no quiero. Muevo mis manos al borde de su vestido, pero me doy cuenta de que lo tiene alzado por el movimiento de ambos. Empiezo acariciar la parte interna de su muslo y joder la quiero tocar ahí, en ese punto de la locura. Me separo de ella y me prende como me mira.

Il Casino Che SiamoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora