Il Casino Che Siamo

Capítulo 34

Gian

La rabia y la impotencia que tengo en este momento no me deja disfrutar de la persona que tengo temblando, pataleando y suplicando por un poco de aire.

Siento una mano en mi hombro izquierdo, pero no escucho nada de lo que me dicen porque en lo único que pienso es en torturar a la persona que patalea en busca del oxigeno que le estoy impidiendo.

-Hermano, para ya - habla Nicholas.

-¿Qué pare? - Cuestiono incrédulo - Ni siquiera ha rogado por su vida como tal vez Andrea lo hizo.

Veo como mi presa abre los ojos a más no poder con horror, sabe que descubrí que fue quien secuestro a Andrea, como también sabe que descubrí que no se fue del país como le hizo creer a Aaron ya que descubrió que él ahora trabajaba conmigo.

-Su... su-el-ta-me - Habla Samantha como puede.

Lo hago viendo cómo se revuelca intentando que el aire llene sus pulmones. La odio por querer cogerme de pendejo, por tan siquiera intentar dañar a Andrea o referirse a mi hija como si fuera poca cosa.

-¡¿En qué pensabas?! -Grito - ¿Qué creíste? - Cuestiono y lo único que hace es toser - Voy la secuestro y vuelvo a Gian loco si saber a quién culpar.

-Idi... idiota.

-No soy estúpido para no tenerte en la mira y el peor error que pudiste cometer fue ponerle o ordenar que le pusieran un dedo encima.

-¿Por qué no la odias? - Ya está más calmada y me lo estoy pensando para no ahorcarla aquí mismo - ¡¿Por qué no la odias si es hija del mismo hombre que yo, Gian?!

Me mira expectante a como voy a reaccionar. Desde pequeño aprendí que hay que estar unos pasos mas delante del enemigo y si te traspasa un poco tu lo haces el doble. Yo ya sabia ese dato y no cambio nada.

-¡Es hija de mi padre! - alza la voz - Es mi media hermana, tenemos la misma sangre que el hombre que tanto odias ¿Me dirás que no te importa, Gian?

-No tengo porque darte explicaciones, pero ya que metiste el tema te lo voy a explicar para que tu cerebro lo capte.

Me siento en el pequeño sofá que queda frente a ella y comienzo con la breve historia.

-Conocí a Andrea, caí hechizado por Andrea, no me importa de quien sea hija Andrea, la sigo y la voy a amar igual o más que antes ¿Capisci?

-Tu no...

-Si ¿Puedes creer que esa mujer me hechizo? - Se queda en silencio - Yo tampoco puedo creerlo. Logro lo que tu ni nadie ha logrado.

-Cállate.

-Me enamoro y no me arrepiento - Le digo -Es una mujer maravillosa que merece todo lo maravilloso, yo se lo voy a dar y tu ni nadie lo va a impedir.

Le veo la rabia en los ojos lo cual me gusta, tiene que entender de una vez que ella es pasado, que no tengo interés en estar con ella mas y que sigue cometiendo errores que solo me llevan a querer borrarla del mapa, pero para ser sincero no quiero que en años después tenga que explicarle a mi hija que mate a la persona que la trajo al mundo.

-¿Por qué secuestraste a Andrea? - Se queda callada - Ya se. Quisiste darme un susto pensando que yo me iba a volver paranoico y que no iba a saber que fuiste tu - Le digo - Te salió muy mal, pero te tengo una buena noticia.

-Vete a la mierda, Lombardo.

-En la mierda estas tu desde hace tiempo.

-¡Me la vas a pagar caro cuando mi padre se entere! - Grita - ¿Me oyes? Te vas a arrepentir de haberme mentido.