Andrea
Me rio con Nashla de algo que dice Sebastián, sus chistes son tan malos que eso es lo que da risa, lo malos que son.
Tomo un sorbo de la malteada de chocolate que me estoy tomando, mientras esperamos las hamburguesas con papas que pedimos los chicos y yo, ya que teníamos varios días planeando venir a este centro comercial nuevo que habían puesto.
-Deberíamos ir a los juegos no creen, están en el tercer piso, si llego a casa lo único que hare es aburrirme, por favor - Nashla pone cara de cachorrito herido y Sebastián se ríe.
- Si que eres convincente, pero tú pagas todos los juegos mecánicos que usemos ¿vale? - Nashla niega y se ponen a discutir como dos pequeños.
Me levanto de la mesa un momento para llamar a Gian ya que a esta hora creo que salió de la clase y no le he avisado, para que no me espere en vano.
Llamando a mi chico<3
-Hola bonita.
-Hola guapote. Te llamaba para decirte que no me esperes a la salida de la universidad ya que he salido con Nash y Sebastián
-Esta bien muñeca, paso por ti y los chicos a las siete.
-Está bien, adiós.
Vuelvo con los chicos que todavía están peleando por quien pagara y el chico que acababa de traer la comida los miraba extrañado.
-Chicos ya párenle - les digo y siguen - Paren, yo pagare - se callan al instante y me sonríen.
-Estamos de acuerdo ¿verdad Nash? - habla Sebastián y esta asiente en automático.
Ruedo los ojos y disfruto de lo buena que esta mi hamburguesa. Minutos después subimos al tercer piso donde hay un salón de juegos mecánico y muchas luces de colores. Nos encaminamos al primer juego y observo a los chicos jugar en un juego de mesa de hockey y ahora si parecen enemigos luchando por un tesoro o no sé qué, pero están muy concentrados.
Me dirijo a una maquina en donde si introduces una moneda puedes manipular un tipo de garra para atrapar un muñeco, pero te dan un límite de tiempo y si se te acaba tienes que introducir otra moneda si quieres volver a intentarlo. Lo analizo y veo dentro un peluche de Minnie Mouse muy bonito con un vestido rosado con círculos blancos, se me viene Sofí a la mente y me decido a jugar ya que a ella le gusta mucho esa muñeca.
Lo descubrí hace tres días que había dormido con Gian en su departamento otra vez y yo fui quien la llevo a dormir ya que ella quería que yo lo hiciera, cuando entre a su habitación en lo primero que me fije fue en la Minnie que estaba pintada en una de sus paredes, le pregunte si le gustaban y me asintió.
Llevo cinco intentos, llevo cinco monedas perdidas y ya me estoy cansando. Este juego no me va a derrotar me digo a mí misma, todo sea por la princesita de ojos verdes que me robo el corazón, porque he pasado mucho tiempo con ella y cada vez le voy tomando más y más cariño.
Llamo a los chicos para que sostengan mi bolso y me hago una cola como puedo, cinco veces más y no logro sacar el peluche. Vamos, vamos Andrea tú puedes me digo. Oh por Dios sí, sí.
- ¡Lo tengo! - grito - los chicos me miran divertidos.
-Enserio te gusta tanto que hiciste lo posible por tenerla - habla Sebastian
-Si, ¿nos vamos ya? - ellos asienten y caminamos a la salida, pero me detengo cuando siento una sensación extraña como si me estuvieran observando.
-Andrea ¿Por qué te detienes? - veo a Nash y continúo caminando, pero sigo con la sensación extraña.
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Il Casino Che Siamo
RomanceAndrea pensaba que iba a pasar la noche entera llorando el día de esa fiesta porque su novio la había traicionado con su mejor amiga. Lo que no sabia era que minutos más tarde terminaría rescatando de un secuestro a un guapo chico de ojos verdes, qu...