Gian
Nunca las cosas pueden salir tan bien por tanto tiempo. Ya me sospechaba que este momento de paz y tranquilidad que tenia iba a durar poco por que nada es para siempre.
-Señor, encontramos este sobre en su habitación - Me pasa Guido un sobre rojo vino con el sello de una araña. Ya me imagino la porquería que hay dentro y con el diciéndome que no soy tan fuerte e inteligente como aparento, que mi padre hizo mal su trabajo criándome y que me está pisando los talones, que la cara de mi padre al enterarse de que me encontró fuera una motivación para matarme rápidamente, pero de todos modos leer el contenido leeré después de que salga de la bodega.
El maldito de Barbieri llego hasta mi departamento e hizo un desastre en el buscando no sé qué. Todo estaba de patas para arriba, pero lo que estaban peor eran mi habitación y la pequeña oficina que tenía aquí. Algo me dice que sabía que no estaba aquí, pero de seguro está tramando algo o darme a demostrar que estaba "ganando"
Cree que soy idiota para salir de mi departamento y no asegurar los papeles e informaciones importantes que tenía aquí. Aunque deje a veinte personas cuidando mi casa, no dejaría cosas que me pueden hundir y embarrar en la mierda.
-A la bodega - Pido cuando abordo una de las camionetas. No estoy por conducir y necesito desahogarme y disipar un poco el enojo y la rabia que tengo porque no quiero llegar así a la casa del lago. No quiero preocupar a Andrea.
-El señor está aquí - Hablan a mis espaldas y el portón se desplaza a un lado abriéndose.
-Busca a los demonios - Ordeno a Guido y se va sin dudarlo. Necesito desahogarme y que mejor que dos pedazos de estiércol para eso.
Me voy al fondo de la bodega empezando a escuchar los gritos que me llenan de satisfacción.
-Alto - le digo a los chicos que usan a los tipos de Barbieri como saco de boxeo - Axel, para ¡ya! -Le digo a mi amigo.
Axel ya estaba en este mundo junto con lo de las carreras ilegales y trabaja torturando y bregando con drogas hasta que le ofrecí salir de ahí, no tanto porque le encanta torturar, pero ha dejado las drogas tanto como ventas y consumo. Fue difícil hacer que se recuperara ya que en un estado de abstinencia estaba tan mal que lo tuvimos que amarrar aquí mismo ya que había matado a cinco de mis hombres para escaparse y drogarse.
Sufrió, pero entre Nick y yo estuvimos siempre con él. Ahora es un hombre sin vicios, pero trabaja para mi por gusto claro porque nunca le pedí nada a cambio.
Se acerca hacia mí y me sonríe satisfecho después de como dejo a uno de los tipos que se adentro en mi departamento, bajo órdenes, pero igual lo hizo. Uno de los hombres que irrumpió en mi casa me conoce bien y me odia mucho ya que le faltan tres dedos en cada mano por obra mía y si que lo disfrute mucho.
Camino de largo pasando a Axel y posicionándome frente a los dos casi muertos frente a mí.
-Llego su peor pesadilla - Les digo y me miran horrorizados al saber como les va a ir ya que me conocen muy bien.
-Carlo y Luca - Digo sus nombres con rabia - Me dan asco. Pobres ratas - Miro a Axel quien sonríe con malicia - Mira que hay que tener muchas agallas para tentar al diablo.
-Pinzas - Digo y de inmediato me pasan una - Ábranle la boca a Luca que me dieron ganas de ser dentista el día de hoy.
Hacen lo que le pido y me dedico a sacarle los dientes uno por uno mientras de ahoga con la sangre que se riega en su boca.
-No dejen que se ahogue que todavía estoy enojado.
-Carlo. Pensé en cortarte los dedos que te deje, pero como soy considerado y buen chico te los dejare y en cambio te arrancare los dedos de los pies.
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Il Casino Che Siamo
RomanceAndrea pensaba que iba a pasar la noche entera llorando el día de esa fiesta porque su novio la había traicionado con su mejor amiga. Lo que no sabia era que minutos más tarde terminaría rescatando de un secuestro a un guapo chico de ojos verdes, qu...