Capítulo 13

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Gian

Me acabo de despertar con la intrusa a mi lado y no puedo creer que se haya entregado a mi sin dudarlo un segundo, me gusta que confíe en mí, que sepa que no le voy a hacer daño como el idiota aquel.

Esta dormida, es tan hermosa y se ve tan frágil, beso su coronilla y me voy al baño a darme una ducha mientras despierta, me tomo mi tiempo y salgo ya vestido, porque me traje ropa al baño para no despertarla.

Cuando salgo no la encuentro y cuando viene a ver esta en la sala de estar y ya conoció a Sofia, no es que me preocupe eso de que ella la conozca, porque sé que Andrea no dañaría a mi pequeña, después de lo que paso anoche le iba a decir que tenía una hija.

-Andrea - la llamo y la encuentro de cuquillas hablando con Sofia.

-Papi - grita mi princesa y viene hacia mí, veo Andrea dar un paso hacia atrás cuando escucha a mi hija llamándome de aquella manera.

-Hola mi amor - la saludo - Ana - llamo a la niñera de Sofia y viene de inmediato - puedes ir con Sofia al parque por favor - el parque queda frente al departamento y los guardaespaldas la siguen inmediatamente salen por esa puerta.

- Andrea - le hablo y me ignora - ¿estas enojada porque tengo a Sofia? - pregunto y si su respuesta es un sí, lo lamento por nosotros, pero mi hija esta primero que todo el mundo. Me afectaría, pero mi hija es lo primordial.

- ¡Claro que no! - dice y suspiro de alivio -. Lo que me enoja es que hayas permitido que me entregue a ti estando casado Gian. Estas con la madre de Sofia y eres tan cínico que

- ¿Qué? - me hecho a reír y me mira mal - no estoy casado. Sofia tiene un padre y ese soy yo.

- ¿Y cuando me lo pensabas decir?

Suspiro y procedo a contarle porque le oculte a Sofia, no con lujos y detalles, pero le digo lo necesario - por eso no le hablo a nadie sobre mi hija. Corre peligro. ¿Me entiendes ahora?

- ¿Cómo es capaz de querer matar a ese ser tan precioso - habla Andrea entre lágrimas - es su hija además también su abuelo por el simple hecho de existir - le limpio las lágrimas - no entiendo cómo se atreven a semejante barbaridad.

- ¿me entiendes ahora muñeca? ¿entiendes porque la cuido como lo hago?

Asiente y me abraza, le devuelvo el abrazo porque sé que todavía esta analizando y procesando toda la información que le acabo de dar y la entiendo porque así estuve cuando supe que ese bastardo quería matar a mi hija.

- ¿Por eso te querían secuestrar? - asiento - saben que estas aquí entonces.

-No, ya resolví eso, no te preocupes.

Minutos después entra Ana con mi hija y le digo que me la traiga y así lo hace. Siento a Sofia de espaldas a mí y de frente a donde esta Andrea.

-Mira, princesa - le hablo a mi hija - ella es Andrea, la novia de papá.

-Hola, mi amor - le habla a mi pequeña con las mejillas sonrojadas - ¿La puedo cargar? - me mira y asiento.

- ¿Cuántos años tienes nena? - mi hija balbucea un tres y sube sus cinco dedos, no puedo evitar reír y Andrea tampoco.

-Eso es cinco mi amor - le dice - tres es así está bien - mi hija asiente-. Bien, intentemos a ver

-Si - dice mi hija.

- ¿Cuántos años tienes Sofia?

-Cinco - dice y con sus manitas hace un tres y yo no puedo controlar la risa y Andrea tampoco, Sofia nos mira extrañada, pero también se ríe.

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