AndreaPuedo jurar que, si no paro de dar vueltas, voy a hacer un agujero en el piso y ahí si es verdad que la voy a cagar, pero estoy nerviosa, no sé qué hacer y lo único que se me ha ocurrido es caminar de aquí para allá.
—Andrea, no creo que sea seguro eso de irte sin hablarlo con Gian —Habla Nashla a quien llame para que me ayudara, pero esta igual que yo, con la mente en blanco —Tampoco es que sepas disparar un arma, cortar cuellos o esas cosas que hacen Gian y Nicholas.
—No podemos hacer eso, Nashla o le van a hacer daño a Sofia — Le digo — Ese señor me dijo que tenía que ir sola, soy yo en cambio de ella y está bien, lo acepto. Debes tener en cuenta que haría cualquier cosa por esa pequeña sin pensarlo dos veces. Es mi hija.
—No creo que sea lo correcto, te vas a poner en peligro tú también.
—No me va a ser daño, soy... soy su hija — Trago en seco, no me agrada decir eso y hubiera preferido nunca haber sabido de su existencia, ya que no me hizo falta en ningún momento y solo apareció solo a hacerme la vida un infierno.
—No lo conoces y no sabes de lo que es capaz.
—Me voy a ir contigo, inventa algo para que puedas salir y yo me esconderé en tu auto — Le suelto — No te atrevas a decirle a nadie porque voy a encontrar la forma de salir sola.
—Andrea...
—No puedo quedarme simplemente sin hacer nada, necesito hacer algo por Sofia, lo necesito — Va a hablar, pero a detengo — Que parte de que es mi hija no entiendes, Nashla.
—Voy a bajar a prepararme un sándwich y en diez minutos nos vamos.
—Nashla...
—Qué bueno que te arrepentiste a tiempo — Dice.
—No me arrepentí, prepárame un sándwich a mí también.
No quiero pensar mucho las cosas porque no me quiero acobardar, necesito hacer esto, necesito ayudar a Gian y no quedarme de brazos cruzados sin hacer nada cuando si puedo hacer, no importa el riesgo que corra, mientras vea a mi pequeña Sofia sana y salva.
Bajo por las escaleras, yéndome por los gemelos, me despido de ambos, sin perder tiempo y me voy por la parte trasera del jardín, llevo ropa deportiva, cosa que me facilita todo. Tengo el estómago revuelto por la adrenalina y me termino adentrando en la parte de atrás de la camioneta en la que Nashla saldrá.
Lo único que espero es que no se ponga nerviosa, porque de que convence a los guardias de salir, los convence.
Minutos después de que crea que me voy a ahogar dentro del auto, Nashla se adentra y enciende, saliendo de la mansión, en las películas esto se ve bien fácil, pero es todo lo contrario.
Tengo el corazón a mil, creo que me voy a infartar.
—Ahí te va el sándwich — Lo lanza y me cae en la cabeza, por suerte está envuelto en una bolsa de papel, lo destapo y el olor llega a mi revolviéndome el estómago en cuestión de segundos.
—Esto huele bien mal— Le digo — ¿Estas segura de que no estaba en mal estado?
—Claro que no, huele delicioso — Su celular suena y la observo llevárselo a la oreja — ¡¿Qué!? ¿Como paso eso? ¿Por qué lo expones de esa manera? No vayas a colgar.
—Veo como lanza su celular contra el asiento del copiloto.
—¿Qué paso? — Cuestiono.
—Nick esta herido.
—¿Cómo ocurrió eso?
—No sé, pero lo voy a rematar.
—¿Cómo se supone que me voy a bajar, si detrás vienen los de seguridad?
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Il Casino Che Siamo
RomanceAndrea pensaba que iba a pasar la noche entera llorando el día de esa fiesta porque su novio la había traicionado con su mejor amiga. Lo que no sabia era que minutos más tarde terminaría rescatando de un secuestro a un guapo chico de ojos verdes, qu...