Capítulo 46

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Andrea

Puedo jurar que, si no paro de dar vueltas, voy a hacer un agujero en el piso y ahí si es verdad que la voy a cagar, pero estoy nerviosa, no sé qué hacer y lo único que se me ha ocurrido es caminar de aquí para allá.

—Andrea, no creo que sea seguro eso de irte sin hablarlo con Gian —Habla Nashla a quien llame para que me ayudara, pero esta igual que yo, con la mente en blanco —Tampoco es que sepas disparar un arma, cortar cuellos o esas cosas que hacen Gian y Nicholas.

—No podemos hacer eso, Nashla o le van a hacer daño a Sofia — Le digo — Ese señor me dijo que tenía que ir sola, soy yo en cambio de ella y está bien, lo acepto. Debes tener en cuenta que haría cualquier cosa por esa pequeña sin pensarlo dos veces. Es mi hija.

—No creo que sea lo correcto, te vas a poner en peligro tú también.

—No me va a ser daño, soy... soy su hija — Trago en seco, no me agrada decir eso y hubiera preferido nunca haber sabido de su existencia, ya que no me hizo falta en ningún momento y solo apareció solo a hacerme la vida un infierno.

—No lo conoces y no sabes de lo que es capaz.

—Me voy a ir contigo, inventa algo para que puedas salir y yo me esconderé en tu auto — Le suelto — No te atrevas a decirle a nadie porque voy a encontrar la forma de salir sola.

—Andrea...

—No puedo quedarme simplemente sin hacer nada, necesito hacer algo por Sofia, lo necesito — Va a hablar, pero a detengo — Que parte de que es mi hija no entiendes, Nashla.

—Voy a bajar a prepararme un sándwich y en diez minutos nos vamos.

—Nashla...

—Qué bueno que te arrepentiste a tiempo — Dice.

—No me arrepentí, prepárame un sándwich a mí también.

No quiero pensar mucho las cosas porque no me quiero acobardar, necesito hacer esto, necesito ayudar a Gian y no quedarme de brazos cruzados sin hacer nada cuando si puedo hacer, no importa el riesgo que corra, mientras vea a mi pequeña Sofia sana y salva.

Bajo por las escaleras, yéndome por los gemelos, me despido de ambos, sin perder tiempo y me voy por la parte trasera del jardín, llevo ropa deportiva, cosa que me facilita todo. Tengo el estómago revuelto por la adrenalina y me termino adentrando en la parte de atrás de la camioneta en la que Nashla saldrá.

Lo único que espero es que no se ponga nerviosa, porque de que convence a los guardias de salir, los convence.

Minutos después de que crea que me voy a ahogar dentro del auto, Nashla se adentra y enciende, saliendo de la mansión, en las películas esto se ve bien fácil, pero es todo lo contrario.

Tengo el corazón a mil, creo que me voy a infartar.

—Ahí te va el sándwich — Lo lanza y me cae en la cabeza, por suerte está envuelto en una bolsa de papel, lo destapo y el olor llega a mi revolviéndome el estómago en cuestión de segundos.

—Esto huele bien mal— Le digo — ¿Estas segura de que no estaba en mal estado?

—Claro que no, huele delicioso — Su celular suena y la observo llevárselo a la oreja — ¡¿Qué!? ¿Como paso eso? ¿Por qué lo expones de esa manera? No vayas a colgar.

—Veo como lanza su celular contra el asiento del copiloto.

—¿Qué paso? — Cuestiono.

—Nick esta herido.

—¿Cómo ocurrió eso?

—No sé, pero lo voy a rematar.

—¿Cómo se supone que me voy a bajar, si detrás vienen los de seguridad?

Il Casino Che SiamoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora