Andrea
Estoy super agotada con los trabajos que han estado dejando en la universidad, con investigaciones sobre la fotografía, el arte y esas cosas. Justo ahora voy camino a entregar el trabajo final de este semestre para al fin descansar.
-¡Uf! Al fin - Dice Sebastián a mi lado.
-Si. Al fin este es el ultimo trabajo y empiezan las vacaciones.
-Si eso, pero no lo digo por las vacaciones si no porque ay un loco siguiéndome a todas partes, pero cuando estoy en universidad se desaparece. - Me dice y le presto toda la atención- Hace dos semanas que hace eso y no se digna en ocultarse ni nada solo anda detrás de mi como si fuera uno de esos gorilas que te protegen cuando eres hijo de un presidente o algo así.
-¿Y no llamaste a la policía o algo?
-Lo pensé, pero ni siquiera se ha acercado o ha intentado hacerme daño es muy guapo y tiene cara de querer asesinar a alguien, también tiene muchos tatuajes en los brazos y en el cuello, el pelo castaño, siempre está enojado y...
-Pero parece que el que acosa aquí es otro - Le digo, pero no lo juzgo porque también tengo esa maña de analizar a la gente.
-Es que no me puedo resistir cada que entro a mi casa lo detallo por la ventana. Si el anda irrespetando mi espacio porque yo no me lo puedo follar con la mirada.
-Eres un perverso - Me sonríe y yo también lo hago. Me digo a mi misma hablar con Gian para ver quien está detrás de esto y si es por mi culpa, aunque la descripción que me dio me hace pensar en una sola persona.
Se viene la navidad y como siempre vamos a la casa del lado también en estas festividades, no me ha dado tiempo a empacar nada y se supone que nos iremos hoy y vendremos ya en año nuevo.
Me adentro en el salón donde hay varios chicos entregándole los trabajos a la maestra, cuando llega mi turno se lo entrego y me voy dejando a Sebastián para que el entregue y es una suerte que no los haya querido corregir hoy porque ella informo que se los llevaría y los revisaría después. Punto a mi favor porque enserio necesitaba descansar, no daba para mas que para dormir. Estas semanas había dormido como cuatro horas por días.
No había visto a Gian, pero si había hablado con él. Lo invite a la casa del lago y no se negó, Nashla y Nick también irán. Al principio no quería hacer nada de esto, pero mi nana me dijo que lo necesitaba y que ella se quedaría en casa por si había noticias sobre mi madre y que yo disfrutara tranquila.
Le hice caso. No quiero que los gemelos se sientan solos tampoco, tengo el presentimiento de que mi madre volverá y mientras ella lo haga yo estaré ahí para mis pequeños. Quiero también que Sofia y Gian pasen la navidad conmigo incluyendo a Nash y Nick.
Me encamino a la salida para esperar a Gian que de seguro no tarda en salir, pero mi caminata es interrumpida ya que choco con un chico y acabamos en un desastre porque al parecer llevaba un café en sus manos y yo se lo acababa de tumbar.
- Lo siento - Digo mirando el desastre que hay en el piso y en su playera.
-Descuida.
-En realidad, lo siento - le vuelvo a decir - Venia distraída y no te vi, hice un desastre también hice que te mancharas. Por Dios que tonta.
-Todos andamos despistados y cansados - me detiene- Somos culpables los dos ¿Vale?
-Déjame comprarte el café entonces - Niega - Te he manchado la playera y también te tumbe el café.
-Si insistes - Se encoje de hombro y salimos de la universidad directo al café que esta cerca de la misma - Por cierto, soy Ben.
-Un gusto, soy Andrea.
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Il Casino Che Siamo
RomanceAndrea pensaba que iba a pasar la noche entera llorando el día de esa fiesta porque su novio la había traicionado con su mejor amiga. Lo que no sabia era que minutos más tarde terminaría rescatando de un secuestro a un guapo chico de ojos verdes, qu...