AndreaLa persona frente a mi está esperando una reacción mía, pero es que no sé qué hacer o decir, no sé si es realidad, estoy soñando o alucinando, ya no sé de mí y menos de quien está frente a mí. Soy una de esas estatuas gigantes que hacen, los ojos me arden, aunque mi respiración es lenta.
Tengo miedo.
Que alguien por favor me saque de aquí.
Me siento atrapada.
No se donde estoy
Quiero irme a casa
Gian te necesito.
Aquí es donde me pregunto si mi cerebro me está jugando sucio, ya que sabe que es lo que necesito en este momento, pero las palabras salen y no se ni cómo.
—Mamá—Caen las lágrimas por mis mejillas—No puede ser, mamá estás... estás aquí.
—Mi amor ¿qué pasa? —me toca la cara—¿A dónde vas?
Niego frenéticamente recordando que hay alguien peligroso allá arriba.
—Tenemos que irnos— Niega—¡Tenemos que hacerlo, mamá! ¡Me quieren matar, lo oyes!
—¿Quién? — Observó escaleras arriba y veo a ¿Samantha? Mis ojos viajan a su mano y observo el arma que trae en ella, se que esta loca, que es una asesina y que no le va a temblar el pulso para matarme si así lo quiere, ahora mi madre corre peligro también, pero no hay nada que pueda hacer y menos ahora. El habla no me sale, pero como puedo señalo al inicio de la escalera donde mi madre no tarda en mirar lo mismo que yo.
Lo que más me sorprende es que mi madre la observa sin sorpresa como si ya la conociera de antes.
—¿Mamá?
Frunzo el ceño sin creer lo que acabo de escuchar en este momento.
—¿La conoces? —observó a mi madre quien no está para nada sorprendida y no estoy entendiendo nada, estoy tan aturdida.
—Samantha quédate dónde estás—Le habla mi madre con tanta familiaridad cuando empieza a bajar y lo que me sorprende es que Samantha hace lo que mi madre le pide y se queda quita a los pies de la escalera.
—¿Qué mierdas es esto? —Cuestionó porque ya no me está gustando esto—¿Por qué le hablas como si la conocieras y que estás haciendo aquí, Leonor?
—Andrea te lo puedo explicar, pero no es el momento de, sube a tu habitación y ahora voy contigo.
Acaso estoy escuchando mal.
—Ya te hablaron así que hazlo—habla Samantha— ¡No la quiero ver! ¡Que suba y se esconda porque no la quiero ver! — se agarra la cabeza con fuerza mientras niega rápidamente. —¡Que se vaya! ¡Que se vaya!
—Andrea sube y déjame con Samantha a solas—Me mira con suplica— por favor, hija.
Paso al lado de Samanta quien ha bajado las escaleras y ahora está de rodillas en el piso, me quedo estática en mi lugar sin hacer caso a lo que me dice Leonor y es que no la quiero escuchar.
Siempre estuvo aquí mientras yo la necesitaba, mientras los gemelos la necesitaban, estuvo aquí siempre, con los enemigos de Gian, con mis enemigos,
—Tranquila hija, todo está bien—.
Esto es una mierda, me tienen que estar jodiendo.
Gian
Pasan horas, pasan días, semanas y sigo sin obtener información sobre Andrea o mi hija. Me siento inútil, sin escapatoria y destruido, nunca me había quedado en blanco y sin ideas. Me están llevando a ser como era antes cuando estaba con la desequilibrada de Samantha. Nunca me había sentido así, con los brazos cruzados y sin escapatoria.
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Il Casino Che Siamo
RomanceAndrea pensaba que iba a pasar la noche entera llorando el día de esa fiesta porque su novio la había traicionado con su mejor amiga. Lo que no sabia era que minutos más tarde terminaría rescatando de un secuestro a un guapo chico de ojos verdes, qu...