Capítulo 42

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Gian

-Andrea, ¿estas lista? - Cuestiono por decima vez parado frente a la puerta del baño cerrada.

-Me estoy poniendo bonita para ti - Grita lo que me dijo hace diez minutos - ¡Ya salgo!

Resulta que cuando subimos aquí, tomo el celular para llamar a Nashla y contarle que le había pedido matrimonio, pero como yo estaba pendiente a la conversación, se fue al baño y cerró la puerta con seguro.

Tienen hora y media hablando y no han parado y estoy empezando a creer que no saldremos a cenar.

Observo a Nicholas quien esta del otro lado de la pantalla, pero esta en las mismas que yo, ya que Nashla esta encerrada en el baño también.

-Nicholas, ¿Seguro que no sabes cómo abrir la puerta y entretener a tu mujer? - Es la quinta vez que nos hemos llamado.

-¿Y cómo fue la pedida? - Cuestiona Nick con cara de chismoso. El sabía que le pediría matrimonio a Andrea - ¿Fuiste romántico, con el desayuno o qué?

-¿Qué desayuno? -Frunzo el ceño y ruedo los ojos cuando veo a lo que se refiere, puto cursi - Se lo pedí mientras estaba asustada, cuando bajábamos por un tobogán.

Se lleva una mano a la cabeza, fingiendo decepción.

-En realidad no esperaba que fueras romántico- Dice - ¿Pero, así?

No sé cómo no me hice en los putos pantalones de los nervios porque, a decir verdad, esa mujer me pone de todas las formas y eso que trato de no ser tan pesado.

También el que tardara en responder me puso los pelos de punta, pensé por un momento que me iba a decir que no.

-¿En qué piensas? - Habla Nick del otro lado de la pantalla. Me había olvidado de que estaba hablando con él y cuelgo sin dar respuestas.

Salgo al balcón a fumar y el recuerdo cuando mi madre me dio ese anillo llega a mí.

Flash back

-Estuviste bien, pero tienes que esforzarte más - Me dice mi padre antes de entrar a la gran mansión Lombardo, yéndome a la cocina en la que sé que debe estar mi madre haciendo de la suyas, aunque le digamos mil veces que las mujeres que trabajan aquí pueden hacerlo, pero ella se niega ya que le encanta cocinarnos.

-Los dos amores de mi vida - Dice, con esa voz que solo transmite calma y serenidad.

-Madre, recuerda que soy el más importante en tu vida y que te comparto con mi padre, porque es mi padre y porque te hace feliz - Sonríe cálidamente envolviéndome en sus brazos, pero se que esta esperando un quejido para reprendernos a mi padre y a mi, si tengo algún rasguño - Se que soy el hombre más importante, pero para ya, que me empalago con tanto amor.

-No decías eso cuando estabas pequeño -Me voy hacia la nevera dándole el turno a mi padre de saludar. El amor de esos dos es tan empalagoso que a veces cansan con tantas muestras de afecto.

-Paren ya, por favor - Ruedo los ojos.

-Cariño, cuando encuentres a la mujer de tu vida y seas, así como nosotros, no pensaras igual.

-No me pienso casar - Le digo.

-Eso decía yo, antes de conocer a esta maravillosa mujer - Habla mi padre haciendo que fije la vista en él. Quien lo viera en estos momentos con ojos de enamorado diría que cambiaron al general más temido de la milicia.

Mi madre se aleja de mi padre acercándose a mí y envolviendo una mano alrededor de mi cintura y encaminándome con ella fuera de la cocina.

-¿Qué me darás ahora, madre? - Le digo divertido.

Il Casino Che SiamoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora