Capítulo 35

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Andrea

Han pasado ya dos semanas de mi secuestro no tan secuestro porque al parecer todo era para darle un susto a Gian, es lo que él me había contado y después se había quedado callado esperando expectante a mi reacción, pero lo único que hice fue abrazarlo y recalcarle una y otra vez que nada de esto era su culpa.

No me gusta que se este culpando por cosas en la que no tiene que ver. Se que lo que me esta pasando son cosas que con o sin Gian iban a pasar. Nadie tiene tanta suerte para que en la vida todo le vaya bien.

-Muñeca, te toca tu otra clase - Me saca Gian de mis pensamientos y me levanto de su pecho no antes sin darle un beso, recogemos el mantel para picnic entrándolo en mi bolsa antes de irme con él hasta mi aula.

-Estoy bien - Le digo - Te amo, amor.

-Yo a ti - Besa mi frente y se marcha.

Gian está muy paranoico. Tengo más seguridad que antes y el siempre esta conmigo, no me molesta ni nada ya que estar con él es lo único que me hace sentir segura. Nicholas siempre esta pendiente de mí, Nashla me llama a cada rato y en verdad no me molesta, pero no quiero ser su centro de atención cuando tienen una vida de la cual disfrutar, no pueden desperdiciar su tiempo en mí.

Me siento al lado de Sebastián a quien tuve que contarle todo porque estaba demasiado preocupado, ya no quería estar ocultándoselo y le tengo mucha confianza, pero antes lo hable con Gian para ver si no tenia nada de malo y me dijo que con mi amigo no había problema.

Las horas pasan y Ben no ha aparecido, me siento muy culpable por que por mi culpa lo agredieron cuando el no tenia nada que ver y aunque no llevamos mucho siendo amigos, me cae bien y es una buena persona.

Intente llamarlo, pero nunca obtengo respuestas y eso me tienen un poco mal.

- Lo conseguí - habla Sebastián.

-¿Qué?

-La dirección del rubio - sí. Le había pedido ayuda a Sebastián para que me ayudara a contactar con Ben ya que le debía una disculpa por lo que paso.

-Necesito ir, pero sin guardaespaldas de por medio - Le digo - No quiero asustarlo. Tal vez piensa lo peor de mí.

-Yo distraería a tu novio. ¿Estás segura de que no es peligroso? - asiento - Me voy a persignar diez veces por que no quiero que tu fortachón novio me golpee.

- Gian no te va a golpear.

La clase acaba y veo a Sebastián persignándose desde la puerta en la que tiene que estar Gian esperándome, no se qué se le ocurrirá a Sebastián, pero espero que funcione.

Sebastián

Protégeme, señor con tu espíritu, estoy entrenado porque tengo que lidiar con un idiota, que es el mas insoportable de los insoportables, pero con el novio de mi amiga nunca se sabe.

Creo que me estoy arrepintiendo, el que Andrea corra peligro es algo que me asusta y lo que menos quiero es que le suceda algo. Es mi mejor amiga, es la primera persona que no reacciono como si fuera bicho raro cuando le dije que era gay. No me importaba como reaccionara nadie con ese tema, pero el ver su entusiasmó me hizo sentir tan bien que no sabía que lo necesitaba.

-Andrea está en el baño - Digo cuando salgo - Adiós.

Continúo caminando, porque se fue hacia el baño y cuando no la encuentre no quiero estar ahí para que después me quiera colgar de un árbol.

Salgo encontrándome con la pesadilla que me persigue sin dormir, el señor Aaron. No sé porque todavía me persigue si ya yo se que Andrea está en peligro.

Il Casino Che SiamoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora