Dulce Castigo [+21]

|| Capítulo 10 ||

Cena de negocio y jefa de la APPI.

Llegamos a la mansión en la que sería la cena de negocios, bajé y Alexey me atrajo de la cintura hacia él, no me permitió soltarme y caminé a su lado. Miré de reojo a los agentes que había por alrededor, busqué a Cora, pero no la encontré por ningún lado, quizá y ni siquiera venía, mejor, porque ella me reconocería fácilmente.

Nos dieron unas máscaras en la entrada y tomé la mía negra con plumas alrededor. Bonita.

Entramos por el gran salón y vi a las personas, todas formales y con lujosas joyas. Extrañaba esa vida, ponerme tacones e irme a trabajar, ahora solo me escondía porque era una maldita prófuga de algo que yo no hice.

Bueno, en parte si porque sabía que Khan no era un hombre honrado ni nada de eso y nunca dije nada, pero jamás cometí un crimen o he sido partícipe de sus juegos y sus mierdas. Actualmente era un ministro y yo no era más que una delincuente. Me desmoronó la vida en menos de un año y es algo que no iba a perdonarle jamás.

—Bienvenidos —un hombre se acercó a nosotros y nos indicó una mesa al centro, Alexey me guio y movió la silla para mí, lo miré de reojo, era un mafioso, pero educado al menos, cosa que otros no tenían.

En fin, algunos eran mejores que otros.

Vi a las personas sentadas con nosotros y me encontré con un hombre de unos sesenta años tal vez. Llevaba un par de insignias en su traje azul marino, todos portaban ese color, incluso Alexey.

—Señora Jefferson, es un gusto conocerla —habló el hombre, me di cuenta de que me estaba mirando a mí. Cierto, nombres falsos —. Su esposo nos habló maravillas de usted.

¿Y mi esposo era...?

Miré a Alexey y alzó un hombro, despreocupado. Así que había tomado la primera oportunidad para acercarme. Imbécil y astuto.

—Supongo que cosas buenas —bromeé y el sujeto se rio, su esposa no parecía muy contenta a su lado y me miró de reojo. ¿En serio?

—Muy buenas.

—Él es el director de la APPI, es quien evaluó tu perfil y te tiene en su mira para el puesto de Dylan —comentó Alexey y asentí.

—Sí, de un día para otro renunció y desapareció junto a varios de los demás soldados, es algo que no podría dejar pasar a la ligera, y me gustaría una buena capitana para mis filas, tú tienes un buen perfil —comentó un poco más serio.

—Ella es la indicada —dijo Alexey y lo miré con una media sonrisa. Ser la nueva jefa de la APPI me abriría muchas puertas al mundo.

—Su esposo la admira demasiado —soltó la mujer a su lado y me quise reír cuando lo llamó así.

—Al parecer —susurré entre dientes. Tuvimos una buena velada, su mujer al parecer me odiaba por el simple hecho de existir y era divertido ver como me pateaba debajo de la mesa, solo me causaba gracia más que enojo.

Finalmente, el director de la APPI me presentó como la nueva jefa y sonreí hacia todos, ya estaba dentro y era gracias a Alexey.

Regresé a la mesa después de las presentaciones y las felicitaciones para mí, a lo lejos pude divisar a Cora apenas llegando, sin enterarse de nada. Mi sonrisa se ensanchó al verla con un par de golpes en el rostro y desorientada de lo que sucedía.

Ya estaba en mis manos.

—Ya eres oficialmente dueña de la APPI —dijo Alexey a mi espalda, lo miré y asentí.