Arreglar lo imposible.
Kassia.Solté la copa sobre la mesa, Khan solo bebía, pero no ingería más que un par de tenedores de comida. Miró a su alrededor con desinterés, moviendo la pierna debajo de la mesa, era obvio que no era este tipo de hombres que viniera a una cena con su esposa como un sujeto normal.
Pero quería salir con él, disfrutar y vivir un poco más allá de la política y nuestros enemigos.
—¿Te sientes incómodo? —le pregunté.
Me miró, serio y frustrado.
—No.
—No te gusta estar aquí —dije, notando lo obvio —. Ya terminamos de comer, ¿nos vamos?
—Cómete el postre que pediste y luego nos vamos —respondió, se pasó una mano por el cabello, sin dejar de mover la pierna debajo de la mesa. Su rodilla estaba golpeando la mía constantemente, me enderecé en mi lugar y dejé que me trajeran mi postre.
Mi móvil sonó sobre la mesa y lo tomé al ver el número desconocido de Alexey, ha estado demasiado insistente. Lo apagué y lo guardé en mi bolso, desinteresada, pero no Khan.
—¿Quién te llama tanto?
—Es Elaine, luego le responderé —mentí, pero es obvio que no se tragaba ese cuento.
—Lo mejor que puedes hacer es mantenerte alejada de ella, es una mala influencia para ti —encendió un cigarrillo y nadie le dijo nada, era el Ministro, se le prohibía todo a cualquiera, pero no a él.
—No es mala influencia, deja de decir eso —respondí mientras degustaba mi postre de oreos—. Algún día te vas a morir de fumar tanto y no comer nada.
—He vivido toda mi vida así y aún sigo vivo —bufó, desinteresado. Eché un vistazo hacia abajo, pero su rodilla seguía golpeándose contra la mía me ponía inquieta, así que lo miré.
—Ya terminé, ¿nos vamos? —dije, limpiándome la boca, él apagó su cigarrillo y pagó —. Yo puedo pagar también.
—No necesito que pagues nada.
—Machista —tomé mi abrigo y bajé un poco mi vestido.
—Llámalo como quieras, no voy a dejar que una mujer pague jamás algo mío, y mucho menos mi mujer. Para eso tengo mi dinero, para abastecerme y abastecerte —se metió una mano en el bolsillo de su pantalón y caminó a mi lado, serio.
—Aw, que romántico —lo tomé del brazo y lo acerqué a mí.
—Cállate.
Me reí y sacudí la cabeza.
Choqué con alguien en las escaleras, pero no fue un golpe suave, sino brusco y de frente. Alcé la mano y tomé a Khan del hombro, él me jaló de la cintura contra su torso, apartando de un fuerte empujón al sujeto que prácticamente me empujó.
—Fíjate, hijo de puta —siseó Khan y le dio otro empujón, pero el hombre se sostuvo del barandal.
—Mis disculpas, hombre, es que su escote y sus piernas no me permitieron mirar nada más —se rio.
Abrí la boca, pero Khan reaccionó mucho antes y lo tomó del cuello de su camisa mal puesta.
—Está ebrio —le dije.
—Me importa una mierda si está ebrio, drogado o simplemente es un imbécil que odia su vida —le dio con el puño y lo volvió a encarar —. Voy a matarte, malnacido.
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Dulce Castigo [+21]
AcciónElla era una mujer de armas tomar. Él era un hombre bruto y violento. Todo había cambiado en estos dos años que habían pasado. El rencor, el odio y la venganza jamás iban a ser olvidados por ninguno de ellos. Resucitar del infierno era difícil, per...