Enseñándote a sobrevivir.Khan.
Empujé la puerta de mi despacho y vi a Kassia ahí, mis ojos se fueron hacia la tele.
—No puedo creer que follen en la central, es...asqueroso —dijo Kassia y vi a Zaira con Malik. Apagué eso lo antes posible y la miré.
—Porque son unos putos incompetentes —bufé —. No mires a Malik desnudo.
Me miró y se puso de pie, ya lista para salir a la casa presidencial, se rio y sacudió la cabeza.
—Bueno, espero ella se centre en otra polla y deje la tuya tranquila —se acomodó el cabello con las manos y buscó algo dentro de su bolso, sacando un coso brilloso para los labios —. Corrección: la mía.
Me metí las manos en los bolsillos de mi pantalón y la observé seguir mirando el pequeño espejo mientras se pasaba el brillo en los labios, concentrada.
Guardó todo en su lugar y me miró.
—¿Crees que podamos pasar por una cafetería antes de ir a la casa presidencial? Le di tres días libres a Eleonor porque tiene a su hija enferma —me dijo y esperó a que dijera algo en respuesta.
—Déjate de ser tan flexible con esa empleada o cuando vuelva no tendrá un puesto que ocupar —recogí mi móvil sobre el escritorio y lo guardé, ella salió primero de mi despacho, ignorándome —. Hablo en serio, Kassia, no me des la jodida espalda.
—Si, mi vida, si —se rio y apreté la mandíbula, con ella todo era diversión en mi contra. Se juntaba demasiado con malas influencias, dentro de poco la aislaré de todo el mundo como siguiera así —. No te enfades por todo, me estresas, te estresas y luego nos estresamos los dos.
Se dio la vuelta y subió el ascensor, mis dientes se apretaron con enfado y me fui por mi gabardina.
—Déjate de jugar, ¿entendido? —le dije y me miró.
—No sé de qué hablas.
—El otro día en tu oficina —la miré y se rió con malicia.
—Ah, lo de Zaira, si, bueno si, soy culpable —se encogió de hombros, desinteresada.
—¿Por qué carajo representa una amenaza para ti? —bufé.
—No representa una amenaza, es solo que...me cae mal, y tú la halagas y la defiendes todo el tiempo al parecer —siseó entre dientes, salió del ascensor y suspiré. Maldita inestabilidad la de esa cría.
Abordé mi auto y la miré de reojo revisar su móvil mientras escribía algo en el.
Me detuve en la cafetería y bajó, demorando más de lo que quisiera. Bajé y entré, todos voltearon a verme, vi a Kassia entre medio de un grupo de jóvenes sacándose fotos con ella, aunque trataba de sonreír no parecía cómoda.
Ladeé la cabeza cuando un hombre se metió y le rodeó la cintura con el brazo, ella se movió, pero con ambos cafés en las manos no podía apartarlo.
Me acerqué y tomé su muñeca, rompiéndola en un solo movimientos.
—¡Maldición! —gritó adolorido y Kassia me miró —. ¿Qué demonios...?
—Ponle las manos encima de nuevo a mi mujer y seguiré con tu cuello —le quité mi café de las manos a Kassia y la empujé de la cintura hacia afuera.
—No tenías que hacer eso, había muchas personas viéndote —bufó de mala gana.
—¿Y?
Chasqueó la lengua.
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Dulce Castigo [+21]
ActionElla era una mujer de armas tomar. Él era un hombre bruto y violento. Todo había cambiado en estos dos años que habían pasado. El rencor, el odio y la venganza jamás iban a ser olvidados por ninguno de ellos. Resucitar del infierno era difícil, per...