Dos meses después...
Alcé la cabeza al oír las noticias que pasaban en la tele y le subí al volumen cuando la maldita reportera despotricaba pura mierda sobre noticias falsas.
—Según última información que nos ha llegado las noticias sobre la muerte del Ministro son ciertas —apretó los labios y no despegué la mirada de la pantalla, atenta —. También se nos dijo según altos mandatos que el señor Khan Wagner hacía tratados con la mafia e incluso, que él pertenecía a una organización criminal —dijo a cámara —. Así como años atrás culparon a la Primera Dama, ¿creen que ella también sepa algo de esto? Kassia Roger desapareció de Manhattan, creemos que se mantiene oculta por complicidad con su esposo.
Apreté los puños al oír eso. Sé de parte de quien venía esa información. Alexey seguía prófugo y sé que esta maldita idea de seguir ensuciando a Khan incluso muerto era suya.
Apagué la tele y respiré hondo. He estado encerrada en esta casa de seguridad fuera de New York por dos meses, sin ver a nadie o comunicarme con el exterior. Debería de salir al mundo y tomar las riendas de Manhattan, pero aun no podía hacerlo. Necesitaba más que unos malditos meses para sopesar que ese lugar ya no será lo mismo, y qué...
Cerré los ojos y me alejé de la mansión que estaba en las afueras de Suecia. Bajé las extensas escaleras que daban hacia la naturaleza y un barranco que si caía era seguro que no viviría para contarla.
Me metí las manos en los bolsillos de mi blazer y miré el agua desde donde me encontraba. Sin un solo pensamiento claro o sensato. Respiré el aire puro de la naturaleza y vi el barranco a mis pies, un solo movimiento en falso y todo acabaría en tragedia.
Apreté los dientes ante la estúpida idea que cruzó mi cabeza por un leve momento.
Acabar con el sufrimiento sería fácil, pero de nada valdría si moría cuando Khan me dio su vida para que viviera la mía.
El nudo en mi garganta me ahogaba cada maldito día. Despertar me dolía horrores. Y saber lo que sería sobrellevar mi vida sin él era un jodido tormento que me hacía replantearme mi maldita existencia.
Supongo que ahora no solo por mí debía vivir.
—Espero no lo estes siquiera pensando —oí la voz de Bean a mi espalda y giré la cabeza para verlo.
—¿Qué cosa?
—Sabes de que hablo.
No dije nada y me devolví a mirar la naturaleza, tratando de perderme en el verde de los árboles. Me devolví por donde vine con Bean a mi espalda.
Vi a los hombres armados en cada esquina y rincón de la casa y me metí dentro. Bean me siguió el paso y medio sonreí de lado, era del que menos esperé que me cuidara, pero realmente se preocupa por mí. Me encontró fácilmente y no se ha despegado de mí, respetando mis decisiones de no decirle a nadie nada de mi paradero.
—Hablas un poco más ahora, ¿no? —le dije y me miró.
—Un poco —respondió —. Nada exagerado.
Me reí y negué. Él se me quedó viendo por unos segundos antes de darse la vuelta e ir hasta la cocina. Me pasé las manos por el rostro, cansada física y mentalmente. Hace mucho estoy así de agotada y las pocas fuerzas que tengo no complementan mi cansancio.
—¿Qué quieres cenar? —Bean volvió.
—No comeré nada, iré a darme una ducha y descansar —mentí. No podía descansar.
Él no dijo nada, pero me dio una mirada significativa que sabía lo que me decía con ella.
—¿Piensas dejarlos hablar a todos en Manhattan? No creo que quieras que Khan quede como un maldito criminal ante la boca de todos —me detuvo.
—No, eso no se quedará así, pero en este momento no tengo las fuerzas necesarias para ir a enfrentar a nadie.
Subí a mi habitación y apreté los puños con fuerza, clavándome las uñas en las palmas de mis manos.
Bajé la mirada por el espejo y alcé mi blusa, viendo mi abdomen apenas abultado de tres meses de gestación.
Después de pasar una semana en el hospital, fue sorprendente saber la noticia de saber que llevaba un mes de embarazo y nada le pasó. Mi bebé se mantuvo firme a mí.
Khan me dio mi sueño, me lo cumplió antes de morir.
Esto no iba a quedarse así.
No iban a ensuciarlo, ni tampoco dejaré que se apoderen de algo que no les pertenece. New York es mío y lo recuperaré.
Debía volver, y lo haría. Esta vez, no dejaré títere sin cabeza.
* * * * * * * * * * * * * *
Yyyy, buenooo...
Dulce Castigo ha llegado a su fin...
Peeero, al fin de cuenta Khan si cumplió con el sueño de nuestra Kassia, que es lo que todos esperábamos. Incluso muertito le cumplió jejeje.
¿TeamNiña o TeamNiño?👀
He estado pensado en estos días y me encantaría escribir nuevas historias y poder adentrarme a nuevos mundos (cosa que ya estoy planificando) pero creo que las cosas aquí aún no se terminan, ¿o si?
Para quienes tenían la duda sobre el cierre final de Khan y Kassia pues no, no acaba aquí y si habrá un tercer libro que pronto estará en mi perfil.
✨Solo quería dejarles el suspenso unos días jajajaj. Pronto nos volveremos a leer hermos@s !!
Rezemos porque Khan viva, aunque lo veo difícil, pero bueno, cada quien cree lo que quiere 👀
Gracias infinitamente por el apoyo hacia lo que escribo, los amoo💖
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Dulce Castigo [+21]
ActionElla era una mujer de armas tomar. Él era un hombre bruto y violento. Todo había cambiado en estos dos años que habían pasado. El rencor, el odio y la venganza jamás iban a ser olvidados por ninguno de ellos. Resucitar del infierno era difícil, per...