|| Capítulo 52 ||

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En los brazos se la bestia.





El agua cayó sobre mi cuerpo y cerré los ojos, llevaba en la ducha al menos dos horas, el agua había arrugado mi piel y no estaba segura si tenía la voluntad de salir de aquí porque era el único momento del día en el que solo me concentraba en relajarme.

Había dejado todo al día en la casa presidencial, no tenía cabeza para ser la Primera Dama de un país, no cuando no estaba en mis cinco sentidos y tenía a dos idiotas respirándome en la nuca.

Abrí los ojos y me impulsé hacia arriba, apagando el grifo y saliendo de la ducha finalmente. Me envolví en una toalla y salí a mi habitación, estaba en casa de mi papá, aunque Elaine y Blade insistieron en quererme en su casa me negué porque también necesitaba y quería mi espacio.

Mi móvil sonó sobre mi cama y lo tomé, viendo el número de Alexey en la pantalla. No me molesté siquiera en responderle y lo apagué para que nadie me molestara.

Tomé un conjunto de chándal y decidí salir de casa, hace tiempo que no veía a Gerry, le envié un mensaje y fruncí el ceño cuando me llamó.

—Hola —lo saludé.

—Kassia, hola —habló.

—¿Estás en el club?

—Ajá, ¿por qué lo preguntas? ¿Piensas venir?

—No, solo dar una vuelta y saludar a Karol —pensé mientras conducía mi auto —. ¿Tienes algo que hacer? Hace mucho no nos juntamos.

—Recuerdas que no soy gay, ¿cierto? —se rio, nervioso y sonreí.

—Lo sé, no te preocupes, no quiero follar contigo —me burlé y lo oí moverse por todos lados —. ¿Qué pasa?

—Nada —susurró —. Envíame ubicación mejor y nos juntamos a tomar algo.

—De hecho, estoy justo frente al club, sal —le dije y colgué, miré hacia las puertas y moví mi pierna, inquieta.

Vi a Gerry en mi campo de visión y bajé de mi auto para abrazarlo.

—Hola —lo estreché con fuerza contra mí y me rodeó unos segundos los hombros con su brazo.

—Comprometes mi integridad al estar cerca de mí —me apartó levemente de un empujón y lo miré —. El jefe a las dos en punto.

Señaló con su mirada detrás suyo y vi a Khan sentado en el capó de su auto, fumando un cigarrillo, con la mirada puesta en nosotros.

—Vamos —le dije y subí a mi auto, él titubeó, mirando a Khan de reojo con cierto deje de miedo —. ¿Qué te apetece más, sushi o alcohol?

Se rio cuando me puse en marcha y lo pensó por unos minutos.

—¿Estás deprimente acaso? —me preguntó y lo miré —. Digo, si es así, que sea alcohol con strippers.

Me reí y negué.

—Strippers es algo que ves a diario y seguro no sería nada nuevo —giré el volante hacia un lado, pensando en donde ir, pero me decidí por ir al restaurante que tenía un bar en la terraza, estaba cerca de la casa de mi papá de hecho.

Aparqué en el estacionamiento y bajamos, le envié un mensaje a Elaine de que viniera y dijo que en veinte estaría aquí.

—¿Entonces, tú y el jefe...están peleados? —preguntó Gerry, rascándose la nuca, curioso.

—¿Corren rápido las noticias? —sonreí de lado y subimos las escaleras hacia la terraza, tomé la mesa que daba vista a todo Manhattan y a sus transitadas calles —. Supongo que sí.

Dulce Castigo [+21] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora