Confesiones a medias.
Sentí un jaloneo de parte de alguien y empujé mi brazo hacia arriba, apartando a quien sea que me estuviese despertando de mi hermoso y tranquilo sueño.
—Despiértate, Kassia o te mataré dormida —oí la voz de Khan y manoteé su mano.
—No molestes —bufé, puse mi cabeza debajo de la almohada y él me sentó de un tirón. Espabilé y me restregué los ojos, miré la hora —. Khan, son las malditas dos de la mañana, ¿qué te pasa, imbécil?
Me zarandeó de los hombros y me reí.
—¿De qué mierda te ríes, joder?
—¿Ya te fue con el cuento Niko? —bufé —. Deja de sacudirme, me estás mareando.
—¿Qué mierda hacías en el club? ¿Ah?
—Puedo ir a donde quiera —le dije. Ese maldito chismoso sabía que no se quedaría callado, hijo de perra bocón.
—No a mi maldito club, no te quiero volver a ver ahí o te juro que te irá muy mal —me amenazó y lo miré a los ojos, salía de bañarse al parecer, y todavía se tomó su tiempo para bañarse y después venir a discutir, que lindo.
—Si si, ahora déjame en tranquila, maníaco.
Volví a acostarme y forcejeé con que me soltara las sábanas para poder cubrirme, pero me volvió a sentar en la cama.
—Khan, me encanta discutir, es más, lo amo, pero no a las dos de la mañana —espeté de mala gana —. En la mañana discutiremos en el desayuno, ¿sí?
—Por eso te he dicho que no te quiero con es mala influencia —gruñó rabioso, lo miré, sabía que se refería a Elaine.
—No es mala influencia, es mi mejor amiga y la extrañaba.
—Lo primero que hace es arrastrarte al club, que maldita buena amiga —siseó entre dientes, lo empujé de los hombros con fuerza y se hizo hacia atrás, me le senté a horcajadas y besé sus labios —. ¿Crees que vas a compensar lo que hiciste hoy calentándome la verga?
—Sí, ya que me despertaste sopórtame ahora —me burlé, bajé mi mano por su torso desnudo, mierda, Khan era una maldita delicia, no es como si pudiera parar mi deseo por él. Mis uñas rozaron sus abdominales jodidamente duros y lo miré a los ojos —. Pero en serio tengo sueño.
—Me dejas con la polla dura y será lo último que hagas, Kassia —me tomó del cuello y me quiso empujar, pero planté las rodillas alrededor de su cintura con fuerza.
—Pero no me apartes —bufé —, ni tampoco cederé a estar debajo de ti. Sé que te encanta dominar en todos lados, pero ni creas que a mi no.
Me removí sobre su polla dura y endureció la mandíbula cuando rasguñé su torso con mis manos. Besé su cuello, sintiendo su dureza cada vez más perforar mi entrepierna. Solté un jadeo de placer al oírlo gruñir contra mi boca.
—Déjate de malditos juegos —bufó, metió sus manos dentro de mi short de dormir y me reí.
Me rompió las bragas de un tirón, también mi short, con una fuerza impresionante y lo miré. Me quiso empujar de las caderas hacia abajo cuando se sacó la polla del chándal.
—Empújate, maldición.
—Cálmate —sonreí, acaricié su rostro y besé sus labios. De un sentón sentí su miembro abrirse paso en mi coño, gemí fuertemente cuando me empujó más fuerte, entrando completamente —. ¿No te la quieres cortar un poco?
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Dulce Castigo [+21]
ActionElla era una mujer de armas tomar. Él era un hombre bruto y violento. Todo había cambiado en estos dos años que habían pasado. El rencor, el odio y la venganza jamás iban a ser olvidados por ninguno de ellos. Resucitar del infierno era difícil, per...