|| Capítulo 54 ||

1K 101 29
                                    



Discordia y cirugía a medias.






Me moví de un lado a otro, sin noticia alguna de Khan, llevaba en cirugía cuatro horas y me tenía los nervios de punta que nadie saliera a dar un informe hace cuatro malditas horas. Niko me había traído ropa del penthouse y menos mal, porque en serio odiaba estar empapada, salí corriendo cuando Balde me llamó y me puse la ropa sin secarme bien.

Me pasé una mano por el cabello húmedo, me lo había cepillado con mis dedos, y suerte que era lacio sino habría sido una tortura.

—¿Qué demonios pasó? —René llegó con el resto y lo miré —. Kassia, no sabía que estabas aquí.

—Blade me llamó —respondí y sacudió la cabeza —. Aún no sale de cirugía, lleva cuatro horas ahí dentro y no me han dicho nada, perdió demasiada sangre porque el imbécil se quitó el pedazo de metal de la herida.

—¿Y cómo es que no murió a los minutos el cabrón? —dijo Malik.

—Tuve que presionar su herida con mis manos —bufé y asintió lentamente.

—¿Y sabes lo que le pasó? —preguntó Rebeka y sacudí la cabeza en negación, no tenía la más mínima idea de que carajos había hecho el imbécil para acabar así.

—Jugar al gato y al ratón con Alexey —habló Blade y lo miré.

—¿Qué? —susurré.

—Entró a Manhattan ilegalmente hace una semana atrás, Khan me dijo que iría por él y lo mataría, al parecer el encuentro no estuvo nada bueno —dijo —. Alexey salió huyendo de Manhattan según me dijo Khan, quiso ir detrás de él, pero no estaba en las mejores condiciones que digamos.

—¿Y cómo demonios sabes todo eso y no estabas ahí? —gruñó Rebeka de mala gana.

Elaine la miró, pero no dijo nada, quedándose al margen.

Estaba aquí, en Manhattan, entonces lo de la otra noche fue real. Él estuvo en casa de mi papá. En mi habitación.

Mierda, de solo pensar que pudo hacerme algo me da escalofríos.

—Khan no cuenta nada a nadie, le gusta ir por las malas y su vida es la sangre —espetó Blade entre dientes —. El que conoce un poco al imbécil testarudo de Khan sabe cómo es, deberías de saberlo mejor que nadie Rebeka.

Ella apretó los puños y se alejó de Blade cuanto pudo, Elaine acarició mi hombro y sonreí de lado.

—¿Y cómo quedó Alexey? Mínimo medio muerto, ¿no? —siseó Malik —. Conociendo al cabrón de Khan seguro acabaron medio iguales. Este no da golpe sin que sea mortal.

—Alexey lo rodeó, venía en un jodido tanque de guerra el maldito —bufó Blade —. Lo emboscó, se salvó de las balas, pero cuando vio que no le ocasionó un solo rasguño a Khan lo siguió en auto. El cabrón de Khan no dio el brazo a torcer y fue él solo contra Alexey y su gente.

—¿Y qué dices de su seguridad? —espetó René —. Demonios, ese puto cobarde lo tomó a espalda como siempre, Khan va a estar rabioso de ira al saber cómo lo dejó.

—Despejaron a su seguridad, Niko salió casi ileso —miré al susodicho, es cierto, tenía golpes en su rostro y apenas lo notaba de tan nerviosa que estaba por Khan.

—Lo importante es que salga vivo —dijo Rebeka y apreté los dientes.

—No seas tan negativa —le dije y me miró.

—¿Negativa? Realista, Kassia, las heridas que ha de haber tenido seguro no fueron lindas ni suaves.

—No lo fueron, pero tampoco lo estoy viendo en un ataúd como tú —respondí, entre dientes.

Dulce Castigo [+21] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora