|| Capítulo 55 ||

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Morir con una bala en la cabeza.



Giré la cabeza cuando escuché a Khan moverse, espabilé y me enderecé en el sofá, lo vi sentado en la cama, quitándose los cables de sus brazos y torso.

—No puedes quitártelos —lo detuve y me miró —. Khan, deja de hacer eso.

—Suéltame.

—No, imbécil, casi te mueres desangrado por tus putos juegos —lo empujé del torso con fuerza y apretó los dientes, molesto —. Quédate quieto, porque herido no vas a recuperarte nunca.

—Solo es una jodida herida, he tenido peores —manoteó mis manos y yo las suyas, sosteniéndolas con fuerza —. Quítate Kassia, no estoy de maldito humor para soportar a nadie.

—¿Pero sí para ir tú solo detrás de Alexey? —siseé.

—¿Blade te lo dijo? Maldito bocón —dejó de pelear y se quedó acostado, mirando al frente —. Me atacó por la espalda, como siempre ese miserable del carajo. Puto cobarde, voy a despellejarlo con mis propias manos y hasta no verlo morir delante de mí, no descansaré.

Me tragué la parte de saber que me había estado mintiendo sobre su madre y que en realidad estaba viva y no muerta como tanto me hizo creer.

—Iré por el médico —me limité a decir —. Si te mueves se te abrirán las heridas, y si se te abren, irás de nuevo al quirófano y si vas de nuevo ahí, me iré al carajo porque estoy cansada de tu terquedad. 

Salí por un médico y me quedé fuera de la habitación cuando entraron tres de ellos para verificar que todo estuviera bien.

Le avisé a sus amigos que ya podían venir a verlo, que estaba bien.

—Pregunta por usted —me avisó uno de los médicos y entré.

—¿Qué quieres? —le pregunté apenas entre a la habitación, de nuevo.

—Que estés en donde debes estar —se limitó a decir, me acerqué a la camilla, pero me quedé en los pies, nada cercano.

—¿Ya puede irse a casa? —le pregunté a uno de los doctores.

—Aún no, pero si se mantiene en reposo absoluto por dos días más, le daremos el alta y que vaya a casa si gusta —informó mientras los otros dos le ponían lo que él se había despegado del cuerpo —. Eso sí, debe cumplir al pie de la letra lo que le recomendamos o sus heridas serán más graves.

—Largo —los echó a los tres, apreté los labios y no dije nada, su temperamento era del carajo, y herido peor aún —. ¿A dónde mierda te largas cuando no estás aquí?

Lo miré, seria.

—Traje algunas de tus cosas, y esto —le di su iPad, la tomó, pero la arrojó sobre la camilla, mirándome —. Iré a casa a darme una ducha y volveré, ¿quieres que te traiga algo más?

—Estoy en una habitación VIP, tienes un baño ahí. No vas a estar saliendo cuando el maldito de Alexey está por ahí —dejó claro.

—Los demás vendrán a verte en un rato, esperaré a que lleguen ellos —lo ignoré y apretó los puños, vi una línea de sangre descender de su brazo y suspiré —. Ah, por cierto, vuelve a tratar de morirte en mis brazos de nuevo y te mataré si existe una tercera vez.

—En la primera te fuiste al carajo, desperté y me enteré de que eras una traidora.

Por eso me buscó apenas despertó en el quirófano, quería asegurarse de que yo estaba ahí y no me habían raptado de nuevo.

Dulce Castigo [+21] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora