Me Enamoré - C.V (Segunda temporada N.E.E)

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Holii ☺️

Comencemos con el primer capítulo del día.

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La sensación que tenía en el cuerpo era tan desagradable que no se la deseaba a nadie.
Me dolía todo, me molestaba la luz, no quería estar ahí.
Gracias a Dios que los chicos siempre han sido muy comprensibles y estaban calladitos en silencio. No me dejaban solo, no se iban, pero no hacía ruido.

Lo que más me reconfortaba era sentir la mano de mi mujer, agarrar la mía. Desde que se sentó a mi lado no soltó mi mano en ningún momento.
A cada momento se preocupaba por qué yo estuviera bien. Me daba agua, jugo y todo lo que ella creía necesario para consentirme. Yo no necesitaba nada, solo la necesitaba a ella.

Fran se despidió de mi y se fue a casa, decía que estaba muy cansado y quería estar un rato con mi hijo.
Yo extrañaba a mi niño como loco. Pero estaba tranquilo sabiendo que estaba en buenas manos. Sabía que con sus abuelos no le iba a pasar nada.
También era consciente de que Marta no se iba a separar de mi, en todos los días que estuviera internado. Me lo dejó claro cuando le dije que se fuera a casa a descansar y me mandó al carajo.

Mi mamá vino a visitarme. En cuanto me vio, comenzó a llorar. Nunca había visto a mi madre llorar de esa manera. Estaba muy preocupada por mi. No estuvo mucho rato ahí. Se fue a casa cuando le dije que tenía que descansar. Tenía carita de cansada. Juraría que no durmió nada la noche anterior. Se fue después de prometerle que yo estaba bien y que la llamaríamos si pasaba algo.

Miriam se fue para ver a Cloe. Nos contó que ayer cuando llego a casa, la niña ya estaba dormida y que quería al menos pasar un rato en la tarde con ella. Era comprensible. Es su hija. El que no se movió del sofá fue Erick. Prometió a Miriam ir a dormir a casa. Pero que se quería quedar un poco más. Miriam no entro en peleas absurdas con el. Sabía que cuando se trataba de mi, Erick no se iba a ir. Lo sabía ella y lo sabíamos todos.

Lo que realmente me sorprendió fue que ni Sara ni Alice, acompañaron a Zab y Richard. Era muy raro.

Abri los ojos para mirarlos y ambos estaban inmersos en el mundo de sus teléfonos. Zab escribía rápido, poniendo caras raras y Richard bloqueó el teléfono suspirando cansado. Algo había pasado.

- Rich pasa algo? - pregunté mirándolo.

Me miró y negó con la cabeza.

- Nada. Porque?

- No se. Dime tu. Te conozco.

- No pasa nada. Todo está bien.

- Zabdiel - me miró rápidamente - que pasa?

- Que va a pasar? No pasa nada

- y ustedes han dicho; este ya nos ha creído no?

- No. Porque lo dices? No pasa nada

- Dale Zab. Díselo a otro que te crea. Donde está Sara?

Me miró sorprendido y suspiro cansado.

- Pues ahora mismo está... - miró su teléfono- No tengo idea brother.

Lo mire arqueando una ceja.

- Estás hablando con ella. A mí no me mientes

- Algún día voy a poder ocultarte algo? - negué sonriendo. - Está en su casa. Ayer peleamos y ella sigue con sus pensamientos e ideas de niña mimada. Yo no voy a ceder a sus caprichos.