Final.

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Un tiempo después....

Tumbado en la cama, relajándome con los ojos cerrados, escuchaba el alboroto que había ese día en casa.

Se escuchaba gente subir y bajar escaleras rápidamente, gente entrando y saliendo de casa haciendo escándalo, secadores de pelo en todas las habitaciones, sonido de zapatos de tacón corriendo por la casa y lo más hermoso de todo... La risa de mis dos amores.
Mis dos niños hermosos que corrían felices por la casa, perseguidos por sus abuelos.

Erick, mi Erick. Ese niño de ojos miel, risa escandalosa y carita de muñequito que recién había cumplido sus 4 añitos.
Era un terremoto que nos volvía locos a todos. Pero a la misma vez era tan cariñoso que con solo sonreír te enamoraba.

Axel, mi Axel. Ese huracán de apenas 2 años y medio que nos tenía a todos desquiciados. Si su hermano era nervioso y travieso, él lo superaba. Siempre dicen que los los segundos son más traviesos, porque aprenden del hermano y que razón más grande. Me desquiciada, me sacaba de mis casillas. Un niño de casi 3 años acababa con mi paciencia y con la de su madre. Pero después llegaba, te miraba con carita de pena y acababas cediendo a sus caprichos. Axel, era una copia a su hermano. Ojos grandes color miel, pestañas largas, nariz pequeñita y labios perfectos.

Cada vez que teníamos que viajar porque yo tenía que dar un show en otro país, agradecía infinitamente que Evelyn aceptara la oferta que le hicimos en su día. Ella nos acompañaba a todos lados, era la sombra de mis hijos. Si no fuera por ella, Marta habría enloquecido y yo detrás de ella.

Y si, mi carrera como solista despegó por todo lo alto. Yo jamás pensé que me fuera a ir tan bien como solista. Disfrutaba sobre un escenario. Disfrutaba ver a la gente cantar mis canciones. Ver como mis hijos cantaban y bailan mis canciones me hacían el hombre más feliz del universo. Recorrer el mundo, haciendo lo que más me gusta, acompañado de mi familia ... No tenía precio.

Sentía que tenía la vida perfecta. Tenía a mi carrera, mis hijos, una mujer maravillosa a mi lado, mi familia que nos apoyaba en todo y tenía a mis hermanos.
Esos locos que yo temía perder... Estábamos más unidos que nunca.

Erick era un gran abogado, un abogado con un gran prestigio en la ciudad. Todos lo querían y todos rogaban para que Erick los defendiera. Estaba hasta arriba de trabajo. Pero no por eso dejaba a un lado a su Rubia loca y sus dos princesas de ojos verdes. En cuanto Sofía nació, todos nos volvimos locos, era exactamente igual a Erick. Piel morenita, cabello negro y ojos verdes. Parecía que la rubia ahí no había puesto nada. Después la escuchabas reír y era igual a su madre, pero físicamente era el flaqui, en mujer. La comparabamos con Cloe y lo único que tenían igual eran los ojos, el resto parecían de otra familia. Los ratos que pasaba en familia y yo estaba en Miami, la mayor parte del tiempo estábamos juntos. Sus princesitas y mis animales salvajes se llevaban muy bien y nosotros aprovechábamos para componer alguna canción mientras esos cuatro niños destrozaban mi casa y sacaban de quicio a sus madres.

Tenía a Zabdiel. Mi productor musical. Un productor que en poco tiempo se había hecho muy conocido en la industria. Le iba bien y yo estaba feliz de ver todo lo que había conseguido en tan poco tiempo. Pasábamos horas en el estudio componiendo o inventando cosas nuevas. Zabdiel fue el productor de todo lo que saque desde que comencé como solista. Yo no quería a nadie que no fuera el.

Por último tenía a Richard. Ese negro que me mandaba mensajes a diario solo para decirme que me iba a patear el culo en algunos premios a los que nos nominan. Me mandaba screenshot de las listas en las que el me seguía muy de cerquita, nunca me alcanzaba, pero ahí estaba. Siempre bromeaba con que me cubría las espaldas. Le iba bien, le iba muy bien como solista. Estaba haciendo música y eso es lo que a él más le gustaba. Tenía a Alice que lo apoyaba en todo y lo cuidaba como nadie. Esa relación que empezó con altibajos, cada día era más fuerte. Nos costaba encontrar un momento para vernos. Cuando yo estaba en casa, el viajaba o viceversa.

Me Enamoré - C.V (Segunda temporada N.E.E)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora