Me Enamoré - C.V (Segunda temporada N.E.E)

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Narrador omnisciente

Las horas pasaban lentas en esa habitación de hospital.

Los nervios, la preocupación y la desesperación estaban presentes en el ambiente.
Se respiraba tensión y podías ver la angustia en cada una de las personas presentes.

Marta estaba sentada en el suelo, con la espalda apoyada en la pared y sus ojos cerrados, tratando de no pensar en que algo malo podía pasar en ese quirófano.
Las lágrimas no paraban de salir de sus ojos y era tal la angustia que tenía por Chris que los demas comenzaban a preocuparse por ella.

Llevaba horas sentada en el mismo lugar, sin hablar con nadie y sin parar de llorar.

Richard se sentó a su lado y puso frente a ella un sándwich de pavo que había comprado hace rato y un refresco de cola.

- No quiero Rich

- Tienes que comer. Vas a enfermar. Hazlo por Chris.

Marta lo miro rápidamente y el se encogió de hombros.

- Sabes que no le gusta verte mal. Hazlo por el. No quieres que cuando salga de quirófano se ponga mal por ti verdad?

Marta negó con la cabeza, aceptando la comida y la bebida que Richard le ofrecía.

Al fin, después de más de dos días sin comer, iba a probar bocado.
La preocupación y los nervios por Christopher no la dejaban dormir ni alimentarse.
Todos estaban muy preocupados por el aspecto que tenía.
Estaba pálida, sus ojeras cada vez estaban más marcadas y sus ojos cada vez más hinchados.

Pero ella... A ella eso no le importaba. Su aspecto no le importaba, si enfermaba no le importaba. Para ella lo más importante en esos momentos es que Christopher estuviera bien.

Rezaba para que todo fuera una pesadilla, pero cuando abría los ojos, se topaba con la realidad.
Una realidad en la que su prometido había estado al borde la muerte, había tres personas presas y llevaba dos días sin ver a su hijo.
Una realidad que la estaba matando lentamente.
Por fuerte que quisiera ser, los acontecimientos estaban pudiendo con ella.

Por su cabeza pasaban cientos de cosas. Ideas locas, imágenes dolorosas, recuerdos maravillosos con su novio y su hijo. Una frase que le dijo Chris hace un tiempo no salía de su cabeza.

Cuando más feliz estaba, agarró mi felicidad y la pisoteó a su antojo.

Era justo lo que ella sentía en ese momento. Lu lo había vuelto a hacer. Había vuelto a lastimar a Christopher y no solo a el, había lastimado a todos los que algún día la consideraron de la familia.

Marta sentía que le habían robado la felicidad, le habían arrancado el alma y que su corazón ahora mismo estába en la mesa de un quirófano con muchas posibilidades de no volver a caminar nunca más.

Ella era consciente de que si eso ocurría, Chris lo pasaría mal. No sólo por la cirugía y todo lo que estaba pasando.
Christopher era una persona muy independiente, el no dejaba que nadie hiciera las cosas por el. Todo lo tenía que hacer el. Y de solo pensar que si algo salía mal, el no podría valerse por sí mismo... A ella eso la mataba.
Ella iba a estar a su lado, lo iba a ayudar en todo y lo iba a cuidar más que nunca, pero también era consciente de que el no la iba a dejar hacer todo eso.