Había hablado antes de arrepentirse.
No dejó de mirarlo directamente ni un segundo, su corazón late fuertemente detrás de su esternón.
—Ya lo intenté y no funcionó —prosiguió—. Cada vez que voy a dormir o veo cualquier cosa que me haga recordar lo que dije y todo lo que hemos hecho, esa imagen viene a mi cabeza y es inevitable no ponerme así.
—Taehyung-
—¿Será rápido?
Jungkook formó una línea con los labios dándole unos cuantos segundos para ver si cambiaba de opinión. Lo que vio después de ellos, fue al mismo hombre tratando de confiar en todo lo que llevaba diciéndole referente al tema desde que supo lo que era.
Asintió.
—No está mal que los amigos se ayuden en estos casos, o a experimentar. Es mejor que si fuera con un desconocido en algún bar.
—Siempre lo dices como si para ti fuera muy normal —dijo Taehyung, sintiéndose de cierto modo lamentable porque era la primera vez que podía sentirse así con alguien sin temor a las consecuencias.
—Bueno, nunca he tenido muchos amigos. Ya sabes con quien tuve mis primeras experiencias —dijo en tono bromista, aunque bien sabía Taehyung a qué se refería.
Sin darle tiempo a su mente de retractarse, le dijo que no tenía preservativos a lo que Jungkook se ofreció ir por ellos a la farmacia más cercana, dándole unos minutos a solas para pensar con la cabeza fría.
Tal cual sus palabras, aprovecho ese tiempo para verse al espejo del baño, cuestionarse qué estaba haciendo y dejar que esa valentía y curiosidad salieran desde el fondo de su ser. Se preguntó una, dos, tres veces, y se lavó la cara con agua fría sin poder ignorar todo el calor viajando a su pelvis.
Demonios, él en serio lo estaba ansiado y negarlo le era imposible. De sólo imaginar al artista regresando con un paquete de ese tipo y un recibo, le tenía la piel erizada. Por un instante fulmino su cuerpo, por estar tan ansioso de la anticipación como si fuera un adolescente a punto de hacer una de sus mejores escapadas con su novio del momento.
El nerviosismo se mezcló con esa nueva sensación cuando lo escuchó de regreso en el apartamento. Taehyung se levantó del sofá donde había estado esperando a su regreso y en donde curiosamente había exteriorizado también una especie de tranquilidad. Jungkook cerró con seguro la puerta principal, preguntándole donde querría hacerlo, a lo que respondió que ahí ya que temía hacer algo más si alcanzaba la extensión de su cama.
Por todos los cielos, no era luna llena, iba a estar en todos sus sentidos y lo quería.
De verdad quería aquello.
—No haré nada que no quieras. Si en algún momento quieres que pare, lo haré ¿Okay?
Aunque él asintió a gusto con la información, se tomó el atrevimiento de ver hacia la pared donde un rey lo observa sin intenciones de hacerle sentir mal consigo mismo, o de que cambiase de parecer. Sólo estaba ahí y Taehyung vio otra vez una simple pintura sin nada más que ocultar. No había nadie a excepción de ellos. Nadie más lo sabría y aunque fuese así no tenían razón para juzgarlo. Estaba en su hogar, su dominio, donde él controlaba y podía sentirse seguro. Ningún rey ni nadie podrían cambiar ese hecho.
Vio al artista arrodillarse entre sus piernas después de preguntar nuevamente si estaba seguro con eso. Lentamente se sentó en el sofá y, relajando su cuerpo, se dispuso a desabrochar su pantalón, no pudiendo alejar el enfrentamiento visual. Como ya era costumbre, no podía encontrar más que tranquilidad viniendo del otro.
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Red Forest / TaeKook
FantasyHabía reglas que no debían faltar. No vayas a casa de la abuela. No ignores los susurros que te necesitan. No salgas cuando hay luna llena. No olvides regar el jardín. No permitas que el lobo te atrape. Porque puedes correr. Puedes esconderte, pero...