Sin dolor, sin frío, sin calor. Casi otoño, porque las hojas se veían naranjas y rojas. El pino siendo un olor difuso cayendo en su cabeza.
Como en otoño pero sin caer y sin sequedad en su piel.
El viento sopló hacia su rostro, abriendo la cortina oscura que le cubre las cejas. Su gorro se siente flojo, como mal puesto, pero sin amagar caer. Su pijama es del mismo tono rojizo. Algo descabellado porque Jungkook no lo tenía en su guarda ropa.
El silencio es abrazador y dulce, envolviéndolo con cuidado sin buscar ahuyentarlo. Ha pasado tiempo de que se encontró ahí, rodeado de naturaleza carmesí. Aprieta los dedos de los pies, buscando el cosquilleo del césped sonrojado bajo su planta descalza, comprobando que tiene control sobre su cuerpo.
No se sintió solo, no por mucho, cuando una figura nocturna se vislumbró entre el manto rojo que cubre cada musgo del bosque en plena mañana.
El lobo lo mira, en un parpadeo corre y salta para hacerlo caer en una montaña de hojas lo suficientemente hidratadas para no crujir bajo su impacto.
Por mucho que temer, no lo hizo, encarando a la criatura con sus patas a cada lado de su cuello, sus dedos largos extendidos cuales garras a centímetros de sus cabellos, su hocico cerca de su nariz. No puede concentrarse en las nítidas estrellas centellando en el pelaje negro, manteniendo el contacto con esas lunas amarillas y sosegadas.
Me atrapaste, quiere decir casi como agradecimiento, mas no lo hace al sentirse falto de voz.
Inhala suave para no turbar el ambiente armonioso que los envuelve.
Y logró respirar manzanilla en un aliento frágil venir del lobo.
Abrió los ojos aletargado en medio de la madrugada, rememorando el nuevo sueño de escasa duración y entendimiento.
Se sentó en la cama, con la mirada perdida en el cobertor cubriendo sus piernas con un pantalón corto. Los últimos sucesos arribaron de golpe, cuando alimentó a su perrito, cuando lo acarició en la cama para que durmiera a su lado tranquilo y también haber olvidado responder al último mensaje de Yunho antes de dormir. No tuvo el impulso de buscar su teléfono.
Miró por la ventana, por la abertura entre las cortinas, un pedazo del bosque muy lejos para distinguirlo con claridad, para respirarlo.
Suspira. Parpadea y busca con poca fe más allá de lo que alcanza a ver.
Pero aún no es otoño al amanecer.
🌔🌕🌖
Jungkook
Tengo que ir por unas compras
Hablamos luego :)
Claro!
Leído 11:27
¿Y cómo va el trabajo?
Enviado 14:09
Había que admitirlo, estaba intranquilo.
Más el insomnio al no poder dejar de pensar en sí Jungkook estaría bien, lo había empujado a enviar ese último mensaje para avivar la conversación.
Tampoco era como si mensajearan mucho.
Había tomado tres y media tazas de café, usando azúcar de más para tolerar el mal sabor, pues necesitaba mantenerse despierto para revisar algunos pendientes en la central.
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Red Forest / TaeKook
FantasyHabía reglas que no debían faltar. No vayas a casa de la abuela. No ignores los susurros que te necesitan. No salgas cuando hay luna llena. No olvides regar el jardín. No permitas que el lobo te atrape. Porque puedes correr. Puedes esconderte, pero...