12. Un malagradecido

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Accedió a contarles pues Ino la había presionado. Tenten sabía que sus cambios de rutina no eran ignorados por sus amigas, pues ahora no se iba a correr con Neji y Lee en las mañanas, sino que prefería irse al gimnasio del colegio y estar a solas.

Una tarde de verano, Tenten había llegado a la casa de los Hyuga. Era una casa enorme, con grandes jardines en donde corrían por todos lados unos perros de gran tamaño. Era una zona exclusiva de la ciudad, casi no había veredas ya que se entraba en auto. La madre de Tenten la dejó frente a la reja principal, en donde una empleada le abrió y la acompañó por el camino empedrado hasta la puerta.

Hinata aún no terminaba sus clases particulares de matemáticas. Tenten arrugó la nariz con desagrado por la idea de estudiar en plenas vacaciones. Pero ni modo, no le disgustaba nada esperarla mientras tanto podría hablar con Neji. Para ella era como su mejor amigo y junto con Lee eran inseparables. Decidió escribirle.

Lo vio ingresar de algún lado

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Lo vio ingresar de algún lado. Tenía el cabello suelto y húmedo.

– ¿Te bañaste para recibirme? – comentó risueña.

– Por supuesto– respondió Neji mientras se inclinaba para besarla en la mejilla.

Al separarse, notó que Neji rehuyó su mirada. Tenten no entendía por qué todos decían que él era un pesado. ¿O es que el afecto que tenía por él no le dejaba ver con claridad? Sí sabía que tenía un carácter especial y que a veces era tosco con Hinata. Pero a ella jamás la había tratado mal y siempre respetaba sus opiniones, siempre le preguntaba por lo que pensaba. No entendía por qué Ino lo odiaba.

– Hinata no tarda en bajar. – dijo Neji y resopló, mientras se dejaba caer en el sillón, justo al lado de ella.

– Te ves cansado– comentó Tenten mirándolo de soslayo.

– He nadado todo el día– suspiró Neji y luego se sentó erguido. – Tan difícil debe ser la lección que Hinata se está tardando. – añadió con cizaña.

Neji se rió, algo que no se veía tan seguido. Tenten percibió un tonito burlón que no le gustó para nada.

– ¿A qué te refieres? – preguntó acomodándose para mirarlo directamente.

– No sé por qué mis tíos gastan en clases de matemáticas particulares con ella. – dijo Neji con sinceridad. Sus ojos claros la miraron como si dijera algo obvio. –No se le dan bien, ni modo, para qué seguir esforzándose.

– O sea que tu crees que si ella no rinde en matemáticas, no debería buscar la manera de mejorar...

– Es una alumna promedio, que se contente con eso. – Neji le lanzó una mirada altiva.

Tenten abrió la boca, entre impresionada e indignada.

– No sabía que eras tan tonto– le espetó, sorprendida de las palabras que salían de su boca.

Siempre son malas decisiones (1era temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora