47. El cumpleaños de Naruto

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Sasuke no sabía como Naruto había convencido a la señora Uchiha. Pero no se opuso, solo estaba la condición de que su camioneta negra con su chofer y guardaespaldas les fueran siguiendo y lo esperaran hasta que termine la fiesta. Probablemente su madre no sabía que quien conducía era Nagato, que parecía un chofer imprudente y que el copiloto era Naruto, que iba moviendo el espejo retrovisor a cada rato.

Cuando le abrieron la puerta, se encontró con Yahiko y sobre sus piernas, la tal Konan. Ambos le hicieron un saludo tímido. Y Karin, sonriendo ampliamente, se lanzó hacia él para darle un beso en la mejilla.

Avanzaron por las calles a una velocidad cuestionable. Sasuke estaba seguro de que atrás de ellos, su chofer y guardaespaldas debían estar preocupados y la sola idea le causó una suave sonrisa.

– ¡ALLÁ HAY UNO! – chilló Nagato repentinamente, señalando hacia adelante.

– ¡Acércate! –gritó Karin emocionada.

A unos diez metros, Sasuke vio a un hombre que se acercaba a un árbol y hacía el ademán de bajarse el cierre para orinar. Nagato redujo la velocidad al tiempo que Naruto bajaba la ventana y sacaba la cabeza.

– ¡MEÓN! – bramó Naruto.

El hombre casi dio un salto de la impresión y trató de esconderse y guardarse el miembro mientras el auto despegaba con velocidad. Todos aullaban de risa adentro, mientras felicitaban por su cumpleaños a Naruto dándole palmadas en la espalda. Sasuke no pudo evitar sonreír al verlo reírse hasta las lágrimas.

– ¡Ay! – suspiró Naruto secándose una lagrimita. – Vamos por Sai... Ya está esperando.

– Feliz cumpleaños, idiota– le dijo Sasuke y le colocó un rollito de billetes en el pecho.

– Ohhhhhhhh...– se emocionó Naruto, señalándole el dinero a Nagato, quien pareció animarse y subió más el volumen de la música.

– Baja el volumen... ¡NAGATO! Baja el volumen...– gritó Konan dándole un empujón. – ¿Aún no saben quién fue el soplón?

– No, nada– se lamentó Nagato.

– ¿Quién habrá sido el cagón? – preguntó Naruto, afectado, solidarizándose.

– Cuando lo descubra lo voy a agarrar a golpes– comentó Nagato observando por el espejo retrovisor a sus amigos. – Aunque yo escuché algo...

– ¿Qué escuchaste? – preguntó Karin interesada.

– Escuché a Hayate, mi tutor, decir que fue alguien de sexto– respondió Nagato.

– Ahhhhh síii– respondió Yahiko mientras le sobaba la pierna a su novia. – Que el anónimo vino de la bandeja de permisos de ustedes.

– ¿Quién habrá sido, Sasuke? – preguntó Naruto volviéndose a verlo.

– Ni idea...– contestó Sasuke de inmediato. – No vimos nada raro.

– ¿Habrá sido Neji? – replicó Naruto entornando los ojos. – Yo creo que fue él.

– Nahhh– dijo Nagato moviendo la cabeza. – Neji es bien cagón, pero no es soplón.

– Además, su amigo también se fue al diablo– intervino Konan.

– ¿Suigetsu? – preguntó Karin con desagrado. – A ese nadie lo quiere. Cualquiera lo vendería.

El auto de Nagato partió hasta la casa de Sai, en donde él les esperaba en la puerta, serio y quieto como una estatua. Sasuke abrió la puerta y se quedaron mirando durante unos segundos.

Siempre son malas decisiones (1era temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora