16. El niño de segundo año

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El colegio no le desagradaba. Los primeros días se había mantenido en completo silencio, observando como siempre hacía, detenidamente para entender la dinámica del grupo. Sin poder evitarlo, ya se había hecho opiniones de casi todos. En la habitación, era consciente de que sus dos compañeros lo observaban atentamente, pero al cabo de unos días ya le iban hablando con normalidad. Naruto parecía alguien muy vivaz una vez lo conocías, no obstante Sasuke aún le daba suspicacia. 

Al comienzo, solía andar solo, con su cuaderno de dibujo y se sentaba a hacer bocetos. Pero no le duró mucho porque Naruto lo llamaba para integrarlo o porque los  otros tres nuevos se juntaban para conversar y le pasaban la voz. A Sai le gustaba oírlos porque finalmente aprendía de ellos y cada uno era muy diferente. Se le acercaron cuando esperaba a Naruto y Sasuke pero ellos se tardaban en bajar al desayuno. 

Suigetsu masticó su sándwich con una sonrisa, se veía contento mientras a su lado Karin parecía enojada y lo asesinaba con la mirada cada dos segundos.

– Ah... qué estupidez– se quejó Temari revisando su celular. – Mi hermano recibió otra amonestación...

– ¿Qué? – preguntó Karin frunciendo el ceño. – ¿Cuál de los dos?

– Kankuro– respondió Temari rodando los ojos. – Y Gaara ya tiene otras dos más.

– Tienen que firmarlo ambos padres– le dijo Karin torciendo el gesto.

– ¿Los dos? – Temari blanqueó los ojos con impaciencia. – A mamá es fácil manejarla, pero nuestro padre...

– Si llega a tres significa suspensión– comentó Sai con suavidad, como los tres solían hablarle a Temari para evitar una mirada dura de ella. – Lo dice el Reglamento.

– ¿De verdad? – preguntó Temari y chasqueó la lengua. – Ambos ya tienen dos.

Sai no comentó nada. En los primeros días de clases había notado que Temari y sus hermanos eran demasiado... explosivos. Ni siquiera estaban en la mitad del primer período y ya tenían amonestaciones. La misma Temari tenía una por gritarle a un chico. Suigetsu se lamió el labio inferior, contento de escuchar el problema.

– Sai...– Karin siempre suavizaba su voz cuando le hablaba, en contraste con los gritos y gruñidos que usaba con Suigetsu. – Veo que te hablas con Sasuke. ¿Qué sabes de él?

– Eh...– Sai se impresionó. Notó que tanto Karin como Temari le prestaron atención de inmediato. – No tiene muchos amigos... solo Naruto, el rubio, él me cae bien porque parece alguien genuino.

– ¿Y hablan de alguien en especial? – preguntó otra vez Karin, ajustándose las gafas.

– Bueno se la pasan hablando de Sakura...

– ¿Cuál era esa? – lo interrumpió Karin pero interrogando con la mirada a Temari.

– ¿Cómo qué cuál era esa? – intervino Suigetsu indignado. – Sakura es la pelirrosa.

– ¿Y tu qué? – le espetó Karin irritada. – Seguro planeas meterte con ella.

Suigetsu no respondió, sonrió y se encogió de hombros. Por las conversaciones que Sai había escuchado en la habitación, podría decir que si Suigetsu planeaba algo con la pelirrosa la tendría difícil porque esos dos siempre la mencionaban. Naruto no paraba de escribirle y mandarle audios mientras que el otro, Sasuke, la observaba con mucha intensidad.

– Pero el Uchiha no tiene novia, ¿no? – preguntó Temari, retomando el tema.

– No que yo sepa– respondió Sai sintiéndose en un interrogatorio.

Siempre son malas decisiones (1era temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora