- Está bien... a veces los chicos son tontos - siguió la señora Haruno. - No se dan cuenta de que una los quiere porque siempre estás ahí, hasta que te desapareces y no hacen más que dar vergüenza buscando tu atención.
Un nuevo año en el colegio Ko...
No había dejado ni un solo minuto de pensar en ese beso que se dieron en aquel lugar tan asqueroso. Ya había pasado una semana y el recuerdo permanecía vívido en su mente. Todo el tiempo pensaba en el olor de su cabello, en el sabor de su boca, en sus manos, en su mirada.
Debía estar poseído, porque no lograba quitarla de su mente y solo verla como a una amiga. Tenten le hablaba con normalidad, como antes. Quizá a ella no le había afectado tanto el encuentro que tuvieron, pero a él sí. Y ni siquiera recordaba el momento como una traición que le había hecho a Fu, lo que era peor. Todo un cínico se sentía andando con ella cuando su mente viajaba a esos vestidores.
Y se estaba esforzando por Fu, pues ella era buena, lo quería y se notaba. No obstante, tenía un apodo terrible y era por la culpa de Neji. Una mañana, Deidada y Sasori los vieron, ella lo abrazó afectuosamente apretándole las costillas y a cambio, Neji le dio unas palmaditas en la cabeza. Le pusieron "la mascota". De modo que ahora aguantaba a Deidara y Suigetsu dándoles palmaditas a Sasori y Lee respectivamente, entre risas.
– Dame un beso, Lee – pidió Suigetsu, cuando estaban en el jardín, dándole las palmaditas a lo que Lee trataba de sacárselo de encima.
– Nos vemos en el cine, ¿no? – preguntó Deidara mirándolo de reojo.
Neji se quedó en silencio, mientras los demás seguían bromeando. Se acababa de acordar. ¿Por qué Tenten le estaba haciendo esto? ¿Cómo así ella lo había convencido de salir en una cita doble? Después de haberse besado así, ¿qué quería demostrar? ¿Y por qué Neji no había sido capaz de decirle que no? ¿Soportaría verla junto a Deidara?
Ya le habían dado permiso, lo único que hizo fue decir que iría al cine con sus amigos y la señora Hyuga, luego de pensarlo, se lo permitió solo si iba y volvía con el chofer. Aunque, aún podía echarse para atrás e inventarse alguna excusa. Su mente se llenó de ellas cuando Tenten les dijo para salir, al parecer la culpa la estaba matando porque ella misma se dirigió a Fu, y esta, maravillada de que él la incluya en planes con sus amigos, aceptó de inmediato.
Tratando de no oír a Suigetsu pidiéndole un beso a Lee y Deidara diciéndole a Sasori que era su mascota, abrió la mochila y sacó el libro nuevo que le había regalado Lee. Tenían una pequeña tradición: antes de ir de campamento se regalaban mutuamente libros para leer en el camino. Él le había dado Antología de poesía femenina. Lee sabía que le gustaba la poesía y que nunca había leído a mujeres. Abrió la primera página.
Besos Hay besos que pronuncian por sí solos la sentencia de amor condenatoria, hay besos que se dan con la mirada hay besos que se dan con la memoria.
Lo cerró de golpe y lo metió en lo profundo de la mochila, deseando por un momento distraerse de Tenten. Lee fue el único que se dio cuenta de que algo lo estaba turbando.
El sábado en la tarde, cuando ya estaba en casa, Neji se alistó deseando no hacerlo. Tan simple era decir no. A todo el mundo él le decía que no. Pero a Tenten... No le había contado a nadie exactamente con quiénes iría al cine, así que pensó que quizá sus amigos le darían ánimos. Decidió contarles a Lee, Hinata y Suigetsu lo de la salida en parejas. Hinata fue la primera en responder.
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