41. Tercera ley de Newton

457 55 30
                                    

Lee se acomodó el gorro y los guantes, se metió en su bolsa de dormir y luego, se quedó quieto. A Neji le hizo gracia, parecía una oruga gigante. Ni bien Kurenai los mandó a dormir ambos ingresaron a su carpa y se quedaron conversando sobre lo que harían al día siguiente. Aunque los gritos ahogados, las risas, el bullicio continuaban a su alrededor. 

– Neji, eso fue un gemido– se sorprendió Lee, incorporándose. Encendió la linterna.

– No entiendo por qué justo en el campamento quieren hacer esas cosas...

– Es el peligro, creo– respondió Lee encogiéndose de hombros.

– Pero ¿por qué arriesgarse? – comentó Neji abrazándose las costillas por el frío. – Te pueden expulsar. No lo entiendo. Pueden hacerlo en sus casas.

– Sí, pero ¡El peligro, Neji! ¡La adrenalina!

– Ahora vuelvo, Fu quiere verme– rezongó Neji, saliendo de su bolsa de dormir a regañadientes

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

– Ahora vuelvo, Fu quiere verme– rezongó Neji, saliendo de su bolsa de dormir a regañadientes. 

– Ahhhhh, el amor– suspiró Lee con ilusión. – Si tan solo Sakura...

Pensó que mejor él salía a que ella entre. Si en caso los veían, no estaban solos en un lugar cerrado. Su mente iba buscando maneras de no cometer nada prohibido. Salió y el frío le pegó en el rostro. Fu apareció a los minutos, sonriendo. Lo abrazó con ímpetu y se puso de puntillas para besarlo. Neji se inclinó y le correspondió, pero Fu le dio una suave mordida en el labio inferior, sobresaltándolo.

– Fu... ya te he dicho que tenemos que ir despacio– empezó Neji. – Te llevo dos años.

– Sí, sí ya me dijiste– respondió Fu rodando los ojos. – Que en verdad tienes 17 y no 16 pero para mi no hace la diferencia...

– Para mi sí, tienes 15... Pero...– Neji se tensó cuando Fu lo besó en el cuello.

Mientras Fu se apretaba contra él, Neji vio a varios de sus compañeros yendo a hurtadillas a otras carpas, arrastrándose entre las hojas secas o tumbados viendo las estrellas. Le dio una palmadita distraída en la espalda a Fu justo cuando vio que Sakura entraba en la carpa de Naruto, que la esperaba en la entrada. Meneó la cabeza, desaprobatoriamente. ¿Qué pasaría si los delataba? Claro que él no era ningún soplón, pero sentía unas ganas tremendas de embarrar al Uchiha, aunque en el camino arrastrara a Sakura. Fu, lo apretó aún más de la cintura, dejándolo sin aire.

– Te voy a acompañar a tu carpa, vamos.

– Nooooo– gimió ella contra su pecho. –Neji, déjame entrar a tu carpa...

– ¿Quieres que te regresen al colegio? – dijo Neji con severidad. – Vamos.

Le tomó de la muñeca y se la llevó. Ella se despidió con la mano de Lee, que había sacado la cabeza para ver. Bajo sus pies, las hojas secas tronaban. Fu se internó en el círculo de las carpas de quinto y se despidió, sonriendo. Neji le sonrió disimuladamente.

Siempre son malas decisiones (1era temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora