- Está bien... a veces los chicos son tontos - siguió la señora Haruno. - No se dan cuenta de que una los quiere porque siempre estás ahí, hasta que te desapareces y no hacen más que dar vergüenza buscando tu atención.
Un nuevo año en el colegio Ko...
Kurenai las despertó temprano indicándoles que se alistaran lo más pronto posible pues debían estar mucho más temprano que todos formándose para la presentación de los mejores alumnos del sexto año. Hinata se veía muy nerviosa, mordiéndose el labio, encogida, mientras ambas se vestían para bajar.
– ¿Qué pasa? – preguntó Sakura alisando los pliegues de su falda.
– Es- es que es-es...
– No, no, sin tartamudear– Sakura le lanzó una mirada de seguridad. – Ya casi no tartamudeabas.
– Es- es la primera vez que... – Hinata respiró profundamente. – Es la primera vez que acabo el año entre los cinco primeros.
– ¡Sí! – saltó Sakura con alegría. – Y eso es muy bueno, vamos a estar juntas.
– Sí, pe-pero... ¿y Neji? – preguntó en voz bajita. – Él-él siempre ha...
– Perdió su oportunidad– dijo Sakura con simpleza. – Te toca a ti. ¿O acaso no lo mereces?
Hinata alzó el rostro asintiendo y ambas sonrieron. Sakura la abrazó con fuerza para darle confianza.
– Ay ya cállense, cerebritos– se quejó Ino debajo de su edredón. – Mucha suerte para las dos, ya váyanse...
Se dio la vuelta y siguió durmiendo. Sakura y Hinata salieron y se encontraron en el camino con Temari que caminaba hacia el comedor. Usualmente compartían un desayuno los cinco primeros puestos de todos los años antes que el resto y finalmente se iban al auditorio.
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Hubiera sido un desayuno en paz, sino fuera porque Shikamaru parecía incómodo. Sakura no entendía bien hasta que vio la mesa de los de séptimo. Sasori le lanzó una sonrisita y a su lado estaba una chica pelirroja que Sakura reconoció como la que besó a Shikamaru en la fiesta de Naruto.
Temari, que no había notado su presencia todavía por estar viendo a su hermano menor Gaara, se puso a tomar desayuno tranquilamente. No miraba a Shikamaru y este parecía querer desaparecer.
– Eres el número 1, Shikamaru– comentó Sakura conteniendo una sonrisa.
– No me lo recuerdes, que se acabe esto de una vez. – le respondió él por lo bajo.
– No seas un bebito llorón– intervino Temari despectivamente. – Dale una alegría a tu madre, aunque sea.
– Sí, ella tiene razón– dijo Sakura que nunca había visto a Shikamaru sonrojado.
– Además, tu amiga te está pasando la voz... – Temari le señaló con la cabeza detrás de él.
Sakura y Hinata intercambiaron una mirada y contuvieron una risa nerviosa. Shikamaru se volvió a ver y aquella muchacha de cabello rojo le alzó la mano. Temari se puso de pie, y con la nariz levantada, se fue camino al Auditorio. Shikamaru quiso seguirla, pero no sabía bien que hacer así que se volvió a aplastar en el asiento.
