¿Te Conozco? (KimChay +18)

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FAVOR DE LEER:

N/A: ¡No sé olviden de seguirme porque pienso trabajar en otros Fanfictions!

Hola, bandita. Traigo nuevo cap. Este también será una trilogía/tetralogía (aún no sé). Tengo que trabajar en las demás partes así que no esperen actualización en horas.

Hoy cumplimos un mes desde que comencé a publicar esta historia y quiero agradecerles porque en serio me siento muy conmovida por el amor que en dan 🥺

Gracias por un millón.

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Kim se sentó en el largo sofá de gamuza rosada en el área VIP a un costado de la tarima. Se acomodó la solapa de la chamarra de cuero negra y cruzó una pierna sobre la otra en un ángulo de noventa grados, inclinándose sobre la mesa de mármol de la que tomó la bebida de jengibre que descansaba sobre un portavasos de cuarzo. Tomó un trago con los ojos entrecerrados.

El humo de cigarrillo era denso y podía visualizarse siendo atravesado por las luces y los láseres de colores que iluminaban el club sumido en la semipenumbra. En su pecho podía sentir el vibrar oscuro del bajo y en sus pies el temblor producto del bombo y la caja de la batería que acompañaba. Distinguió el delicado pellizcar de dedos en las cuerdas de una de las guitarras eléctricas y el rítmico rasgado de la otra.

La vocalista femenina, cuya tesitura oscilaba entre el registro Mezzo y contralto, acompañaba la melodía de cuatro acordes con moderada libertad. No parecía una cantante virtuosa, pero sí imaginativa. Su afinación era buena y su color de voz agradable. Adivinó rápidamente que a pesar de no tener demasiada preparación su técnica vocal empírica estaba por encima de la media. Resultando suficiente para exaltar las bondades naturales de su instrumento.

Ver a la gente corear sus canciones con voces desgarradas, bailando y vibrando al ritmo de su sonido pop, mezcla de algo similar al Jazz funk, smooth Jazz y el groove de una segunda voz que ocasionalmente rapeaba en los solos del sintetizador, no le sorprendió.

Arqueó las comisuras de los labios hacia abajo. "Nada mal", pensó cuando escuchó la nota alta que resonó en la garganta de la chica. Su adecuado control del esfínter ariepiglótico le ayudaba a alcanzar notas súper agudas sin dañar sus cuerdas, mientras que, la mayoría de los cantantes que pisaban ese escenario se estrangulaban la voz con constrictores de la faringe debido a una mala técnica vocal.

-Me gusta esa canción. -Le dijo Somchai, uno de los varios ocupantes de la zona VIP en la que se hallaba. Estaba sentado a su costado bebiendo una piña colada a través de un popote metálico. -¿Quieres? Está buenísima. -Le ofreció su bebida apuntando la pajilla hacia sus labios.

-Bruh... voy a cantar. -Respondió girando la cabeza al lado opuesto, después de que la frialdad del aliento con aroma a ron de Somchai le golpeara el rostro.

-Olvidaba lo anal que eres con tu voz. -Se rió. Kim encogió un hombro, despreocupado. La única concesión que a menudo se daba era la de fumar un par de cigarros al día. Por regla no tomaba cosas heladas, no hablaba demasiado, no gritaba a menos que fuera inevitable, bebía principalmente agua y trataba de dormir lo necesario. Su voz era su instrumento y necesitaba cuidar de él. Sobre todo cuando estaba a punto de subir a cantar.

Esa era la razón por la cual no estaba bebiendo alcohol, ya que de antemano sabía sólo le resecaría e irritaría la garganta. El humo a su alrededor ya era bastante expositivo.