Fear (+18)

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N/A: Pues aquí casual. Actualizando a las 4:42 am hora de Saskatchewan, Canadá, porque #Yolo. Mi cerebro anda a mil por hora con esta historia. Mándenme mucha buena vibra para que eso no cambie y todo fluya.

Los extraño aunque hace nada que actualicé. Jajaja.

Bueno, pues les dejó este capítulo. Espero que lo disfruten.

No se olviden de dejar sus votos y comentarios. Allí nos leemos. ♡♡♡

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Porchay despertó vistiendo únicamente la ropa interior roja y ajustada; boca abajo en la cama, con los besos de Kim mojándole la espalda.

Exhausto, dejó escapar un gruñido prolongado y gutural. El cuerpo de Kim escalando sobre el suyo, los dedos enterrándose en su cintura y la lengua rodando por su nuca.

-P'Kim, ¿Qué haces? -Se quejó hundiendo el rostro en la almohada. Estaba agotado, y la erección de Kim picándole el trasero no le dejaba conciliar el sueño.

-Eres tan suave. -Murmuró deslizando sus manos por los costados de su torso. -Chay, me calientas mucho...-dijo en su oído y el otro sintió un tirón en la entrepierna cuando el aliento cálido lo golpeó. La mano de Kim descendió hasta el elástico de sus bóxers para tirar de estos, descubriendo en el acto las nalgas abultadas y redondas. La tela enrollándose por debajo y sus dientes clavándose en la piel del otro.

-Phi... -Masculló entrecortado, meneando la pelvis ondulatoriamente a la par que la lengua de Kim danzaba sobre su oreja.

-¿Te puedo coger? -Su tono aireado y profundo. La cadera empujando, la erección rozándose en el mínimo espacio entre sus muslos. -¿Mmm?, ¿Me das permiso? -Insistió enterrando los dientes en su cuello; justo al tiempo en que Porchay levantó el trasero, ofreciéndolo.

-Phi, anoche lo hicimos dos veces... -Susurró. -¿Qué te pasa? -Preguntó de buena gana, curioso y excitado. La piel sensible y el abdomen bajo tiritando.

-No sé. Estoy muy excitado. -Gruñó y volvió a atacar su cuello como un vampiro. Es que Porchay era tan suave, tan sexy y tan bonito. -Estaba viendo tu espalda... y se me paró... -Porchay soltó una risita divertida dejándolo hacer. Admitiendo el ansia del otro e igualándola en intensidad paulatinamente. A cada roce, mordida, beso y escareo contra su espalda.

-Cógeme... -le ordenó cuando los dedos de Kim, llenos de lubricante, resbalaron entre sus nalgas, acariciando y preparándole para lo que ambos, explícitamente, deseaban. -Phi, hazlo. -Rogó cuando sintió el glande presionar tentativamente. Retrasando el momento. Provocándolo y jugando con su anticipación y húmedo anhelo.

-Dime cuántas ganas tienes de que te la meta. -Imperó empujando con más certeza, pero suavemente. Porchay completamente listo para recibirlo. Cuestión de presionar un poco para deslizarse como cuchillo en mantequilla. Cada día, hacerlo se tornaba más cómodo y sencillo.

-P'Kim... -Lo reprendió con un quejido agudo. -Si no la metes ahora iré a bañarme y me pondré a jugar warzone. -Kim se rió contra su oído. Dejando la carcajadita morir, decidió obedecerlo. Soltó un largo y ronco gemido cuando por fin traspasó la barrera de su cuerpo.

-P'Kim... -Su voz susurrante, jadeante y aguda. Los muslos apretados, las rodillas ligeramente flexionadas contra el colchón elevando su cadera. La ropa interior enrollada debajo de las nalgas. La punta de su erección empapando las sábanas blancas. -Me gustas mucho...

-¿Te gusta cómo te cojo? -Recargó la frente en su nuca; la columna encorvada, embistiendo sin prisas, ondulatoria y profundamente.

-Mucho... -Gimió un poco más fuerte. Se sentía tan bien; y aunque le hubiera gustado dormir otro rato, Kim encima de él, penetrándolo con todo el amor agolpado en su abdomen bajo y el inagotable cariño que emanaba de su pelvis, no era un mal trueque. -Ahí... así. -Imperó moviéndose en dirección opuesta, haciendo chocar su trasero contra el vientre del otro.

¿Te Conozco? (KimChay +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora