N/A: Perdón por la tardanza, pero no tienen idea de lo que me costó este capítulo. No solo en mi proceso creativo. Sino en lo caótico que han estado los últimos días en casa.
Lectores nuevos. Bienvenidos. Les mando amor.
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Adrenalina, estrés, insomnio e interminables reflexiones habían danzado con libertad a lo largo de los últimos días. Las mañanas habían sido pesadas; las tardes, monótonas y las noches, infinitas. La vida no retomó su curso hasta que por fin se hizo cargo de Li Qiang y, aún entonces, seguía demasiado ensimismado elucubrando maneras de reforzar su seguridad.
Sin embargo, ese día, aprobado por un ficticio mérito, Kim decidió que era tiempo de volver a la normalidad. Porchay se merecía regresar a sus actividades regulares y comenzar a disfrutar de los pequeños placeres que le distraían y le daban paz. Así que, sin un afán codicioso por reclamar más de lo que cualquier ser humano podría gozar, ese día fueron a clase, cantaron en la camioneta y antes de volver a casa pasaron a comprar un montón de pollo frito para compartir con sus guardaespaldas.
-Me encanta, P'Kim... -Chay gimió con los ojos en blanco, masticando. El capeado sucumbiendo a la presión de sus muelas crujió ruidosamente y Kim sonrió mientras jugaba con el puré de papas y gravy. A él no le gustaba tanto la comida rápida como a Chay, pero por ese día no le importó ceder.
Estaban en el comedor común. Sus hombres se les unían y algunos otros que esa mañana les habían acompañado como apoyo. Debido a los eventos recientes, Korn solicitó que su equipo de seguridad fuera ligeramente más robusto, por lo menos por un tiempo, y Kim no pudo estar más de acuerdo.
Pod, Kit y Tad eran los únicos que compartían la mesa con Chay y Kim. Todos los demás comían y conversaban alegres y relajadamente ocupando un par de mesas aledañas. Kim podía escuchar sus risas y murmullos. La vida parecía normal, ajetreada y ruidosa; mientras algunos empleados de cocina se desplazaban por entre las sillas llevando bebidas y servilletas de tela limpias y bien dobladas.
Eso fue suficiente para agotarlo. Pasar tanto tiempo rodeado de gente le drenaba la energía después de un rato. Y el solo pensar que el día estaba lejos de terminar y que la sonrisa de Porchay probablemente muy pronto moriría, le extenuaba todavía más.
De pronto, se escucharon pasos firmes y presurosos provenientes del pasillo previo al comedor. Rítmicos y dramáticos. Kim supo de inmediato de quién se trataba. Levantó la vista hacia la puerta para ver a Tankhun que llegaba ajustándose las gafas, haciendo bailar la capa en su espalda de izquierda a derecha. Estiró el brazo sobre el marco de la puerta y se recargó en él flexionando una pierna.
-Buenas tardes... -dijo con seguridad. Rápidamente los guardaespaldas se prepararon para abandonar sus sillas, pero Kim los detuvo con un movimiento de mano.
-No se levanten, sigan comiendo. -Ordenó observando a su hermano mayor empujarse del marco para entrar al lugar, Pol y Arm le seguían de cerca.
-Un pajarillo me informó que compraste pollo frito para tus hombres. -Sentenció aproximándose a él con los ojos fijos en los suyos. Caminando como si el mundo fuera su pasarela. Meneando la mano en todas direcciones a modo de saludo y aprobación para que los ocupantes del lugar siguieran consumiendo sus alimentos. -Y Pol y Arm quieren.
-P'Arm, P'Pol. -Porchay les hizo una señal invitándolos a sentarse de su lado de la mesa mientras Khun tomaba una silla junto a Tad quien, a su vez, estaba posicionado frente a Kim. Porchay, Pol y Arm saludándose e intercambiando sonrisas amistosas.
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¿Te Conozco? (KimChay +18)
ФанфикEsta historia se sitúa después de lo que sucedió en la serie y se entrelaza con eventos del material audiovisual. Para desarrollar las personalidades y el arco de los personajes usé como referencia la información disponible de la serie, la novela y...