¿Te Conozco? (KimChay +18)

Especial Vacaciones (Part X)

N/A: Llegamos al final del especial. La próxima actualización tal vez me tome más tiempo porque tengo que poner varias cosas en órden ya que me voy a salir un poco de lo usual.

De antemano me disculpo por cualquier error cometido.

A todos los lectores nuevos. BIENVENIDOS.

A todos los que me han acompañado por largo tiempo, GRACIAS, MUCHAS GRACIAS POR SER PARTE DE ESTE VIAJE.

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A la hora del desayuno, Tankhun y Tad entraron al comedor caminando uno al lado del otro. La mirada de Tad distraída desenvolviendo un dulce de butterscotch, la mano Khun levantada en el aire esperando a que se lo entregara. Tad riéndose de las promesas de Khun de algún día dejar el azúcar y visitar el gimnasio. Khun sonriendo por las palabras de afirmación de Tad que le decía que cualquier cosa que hiciera, la hiciera pensando en sí mismo.

Todos ya estaban sentados alrededor de la mesa. El silencio cayendo como yunque en medio de la habitación tan pronto como atravesaron la puerta. Khun rodó los ojos y detuvo su andar con los brazos cruzados en el pecho. A Tad la incomodidad del resto no podía importarle menos. Avistó su desayuno ya dispuesto frente a su silla, reconociéndolo porque era el único que lucía diferente. Se dirigió hasta su lugar y tomó su asiento despreocupadamente.

Khun carraspeó. Aplaudió dos veces y se posó frente a la cabeza de la mesa paseando los ojos por todos sus ocupantes.

-Su atención por favor. -Dijo ceremoniosamente cerrando los ojos por un par de segundos. -Tengo algo muy importante qué informarles. -Continuó con firmeza y seguridad. Enseguida, Tad se tuvo que aguantar la sonrisa cuando vio la cara de hastío de Kim que miraba a la nada.

-Buenos días. -Pronunciaron Pol y Arm. Su jefe meneó una mano frente a su rostro.

-Sí, sí. Pongan atención. -Exigió ladeando la cara y afilando el mentón hacia su costado.

-Ai'Tad. -El susurro medio burlón de Kit, quién estaba sentado junto a él, atrajo la atención del aludido. Inclinó la cabeza ofreciéndole su oído. -¿Por qué no saliste a correr en la mañana? -Preguntó muy bajito, soltando una risita divertida. Tad no reaccionó. Impasible, colocó un dedo sobre sus propios labios para que guardara silencio, después señaló a Tankhun, indicándole que le prestara atención.

-Vegas le pidió a Tad que fuera su guardaespaldas principal y Tad aceptó. -Sentenció Khun y Tad arqueó las cejas hacia arriba. De todas las cosas que pensó que iba a decir, esa ni siquiera cruzó su mente por un segundo.

-¿Eh? -Preguntó Kim. El entrecejo ligeramente fruncido y los labios apretados. Miró a Tad, miró a su hermano. Todos asustados. Callados. Kit palmeó el muslo de su amigo por debajo de la mesa. Y Tad, con los ojos unidos a la figura de Khun, se quedó quieto ladeando la cabeza.

-No es cierto. -Khun sonrió. -Lo que quería decir es que es posible que Tad y yo estemos en una relación. Fin. Gracias por su atención. - Dijo tan velozmente, que de verdad fue duro comprender sus palabras. Luego suspiró aliviado y miró a Tad que sonreía negando con la cabeza. -¿Viste lo que hice? -Susurró y el otro asintió.

-Eres un genio. Estoy orgulloso. -Fue su respuesta. Divertido. Por supuesto que si decía una mentira muy mala, la verdad ya no sonaría tan impactante.

-¿Qué? Más despacio. -Intervino Kinn con el ceño apretado. Sus ojos intercalando su atención entre Khun, Tad y Kim que ya había devuelto su vista al plato.

-Dinos algo que no sepamos. -Pronunció Kim por lo bajo. En el gesto de su rostro, un poema que recitaba que, a pesar de su aparente estoicismo, estaba furioso.