¿Te Conozco? (KimChay +18)

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N/A: NUEVA ACTUALIZACIÓN. ESPERO QUE LES GUSTE ♡

♥︎♡MACAO♡♥︎

—Hey, Bug. —Macao observó a Alexei que, con el cabello húmedo, un agradable aroma fresco y una sonrisa en los labios, lo miraba de pie en el umbral de la puerta. Se hizo a un lado y lo dejó entrar mientras él daba media vuelta y se alejaba lentamente en dirección al sofá de la antesala. La yema del pulgar entre los dientes y la cabeza arremolinada. —¿Qué sucede? —La voz de Alexei resonó por lo bajo, grave, dulce y de familiar acento extranjero. Macao frunció el entrecejo, guardando unos segundos de silencio hasta que se hubo sentado en el asiento. 

—Tú sabes lo que sucede. —Bañado por las lucecitas blancas del techo, giró la cabeza para hacer contacto visual con Alexei —Mi hermano te lo dijo. —Murmuró ladeando el rostro sin dejar de mirarlo, siendo testigo de la ausencia de cambios en el semblante del otro. Meneó la rodilla sin darse cuenta de arriba abajo, a la par que mordisqueaba la uña de su índice. Desvió la mirada. La frialdad en los ojos de Alexei le pesaba. 

—Ah. Eso. —Pronunció el otro como si nada y el corazón de Macao apresuró sus latidos. El estómago revuelto y la angustia echando raíces en el pecho; todavía incrédulo. Sintiendo la potencia de la mirada de Alexei sobre su cuerpo, con la rodilla inquieta y la vista fija en la mesa de centro; lo escuchó caminar hasta él para dejarse caer a su costado. 

—¿Es verdad? —Su murmullo fue tan bajo, que salió entrecortado y el otro recargó la espalda y la nuca en el respaldo, dirigiendo sus ojos al cielorraso. 

—¿Qué cosa? —Macao se mordió el labio inferior y muy despacio volteó hacia un lado para mirarlo.

—Lo de tu… —Tragó saliva cuando la cabeza de Alexei rotó hacia él y sus ojos volvieron a encontrarse. —... diagnóstico. —Su pecho tembló en medio de una inhalación y la indiferencia de su interlocutor le heló la sangre. 

—Sip. —No titubeó. No dudó ni por un instante antes de responderle. Macao repasó todo lo acababa de leer en Internet, en los veinte minutos en los que estuvo a solas después de que su hermano se fuera maldiciendo en voz alta y antes de que Alexei llegara con su infaltable sonrisa.  

—¿Por qué no me lo habías dicho? —Lo confrontó. De alguna manera se sintió traicionado. Todas las interrogantes que se arremolinaban en su mente malográndole la razón: 

¿Por eso su corazón no se aceleraba cuando se abrazaban?

¿Por eso se aburría con constancia?

¿Por eso no cerraba los ojos cuando se besaban? 

¿Por eso a veces lo ghosteaba? 

¿Por eso lo bañaba de atenciones y de pronto se las quitaba? 

—No pensé que fuera necesario. —Encogió los hombros. La mandíbula de Macao se tensó y su mentón se encogió involuntariamente. —No voy por la vida diciendo: hola, mucho gusto. Mi nombre es Lyosha y tengo rasgos psicopáticos. —Enarcó una ceja y le dedicó una mirada de aburrición frunciendo la nariz, desidioso. —C'mon, Bug ¿Por qué pones esa cara? 

—Alexei… ¿Qué sientes por mí? —Le preguntó con el entrecejo apretado y el semblante recitando el poema de todas las emociones que lo invadían: tristeza, decepción, preocupación… miedo.

—Te amo. —Le respondió con convicción y por algún motivo eso le brindó una pizca de tranquilidad. Esa era la primera vez que lo escuchaba de su boca y pudo exhalar el aire contenido en sus pulmones. Aunque fuera solo por un segundo, sintió alivio.  

—Pero… ¿Puedes sentir… eso? —Sus ojos se posaron brevemente en el celular que descansaba con la pantalla encendida sobre la mesa de centro. Fue completamente instintivo, porque según lo que había leído, no era posible que Alexei sintiera algo parecido. Alexei hizo una trompetilla.