The funeral (Kim) Part I

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N/A: Bandita, lamento haberlos hecho esperar tanto, pero después del Covid me dio influenza y fue la cosa más fea. Me duró casi hasta Enero. Me costó mucho trabajo regresar mi cabeza y ajustar mis tiempos para seguir escribiendo, pero ya volví ❤️ quise traerles una actualización chonchita para que me perdonaran.

Así que hoy hay doble actualización ❤️ jijiji. Estén pendientes porque la voy a subir luego-luego.

Por cierto, tengo a medias un especial TADKHUN de navidad. Ese lo quería subir en navidad pero me dio sida. Ese especial no sé cuándo lo tendré listo, pero lo subiré de manera random algún día. O sea será un especial de navidad pero en cualquier momento del año. Jajaja.

Bueno ya. A lo que nos truje Chencha. Dejen su amor con sus votos y comentarios. ¡Espero que les guste!

FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO.


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♡♥︎♡KIM♡♥︎♡
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Un viaje a San Petersburgo de imprevisto para atender el funeral de Sergey, era semejante a la más terrible de sus pesadillas en la peor noche de su vida, no obstante, el deber llamaba. Presentar sus respetos era lo menos que podían hacer los Theerapanyakul considerando la estrecha relación de negocios que mantenían con los Kravchenko.

Todavía dentro de la Levante, echó la cabeza hacia atrás para mirar al techo. A su lado derecho se hallaba Tad, quien, relajado y sereno, mostraba una expresión empática y familiar. Él, por su parte, no conseguía relajar la cara para ocultar el gesto de incomodidad.

Suspiró pesadamente y cerró los ojos por un par de segundos, escuchando el sonido de la palanca de velocidades atrancarse en parking, a la par que el vehículo, conducido y co-piloteado por Kit y Pod respectivamente, cesaba todo movimiento.

Habían llegado al hangar ruso. La mano de Tad, que rápidamente se estampó en su hombro, lo espabiló de momento, arracándolo del estado de sopor en el que había estado sumido. Eran las seis de la mañana, en cualquier otra circunstancia seguiría dormido.

Pese a odiar la idea de atender ese repentino viaje y haberse negado de primera instancia, su padre le obligó a hacerlo y, por supuesto, él debió acatar el mandato; destruyendo así los planes que tenía trazados para el próximo par de días, los cuales incluían algunos asuntos de trabajo, grabar en el estudio, tocar en el bar y, sobre todo, una cita con Porchay que tuvo que aplazar. Afortunadamente, éste no se molestó demasiado. Quizá porque Macao lo invitó a quedarse con él hasta su regreso. Aparentemente tenían "mucho qué platicar" y Kim se quedó con dudas que ya esperaba resolver más tarde cuando hablaran por teléfono.

-Fiuuuu, ¿tres aviones privados? -Murmuró Pod sentado en el asiento del copiloto, escaneando a través del parabrisas el enorme hangar privado de los rusos. Las aeronaves de diversas proporciones ya estaban listas para el abordaje con sus respectivas tripulaciones y escaleras movibles.

Los guardaespaldas de cuyos sacos colgaba el escudo Kravchenko, todos, sin excepción, estaban vestidos completamente de negro; como si el luto fuera una moda y algo de lo cual enorgullecerse. Se les podía ver caminando de aquí para allá bajo las potentes luces que pendían del techo, así como también una cantidad menor de civiles que iban y venían descendiendo de camionetas de diversas marcas y modelos. Resopló cuando reconoció al embajador ruso acompañado de su esposa y sus dos hijas adolescentes, al senador Rattawon con su asistente, al CEO de Speed Motors y más personas cuyas credenciales, puestos de gobierno y de negocios le dio pereza recordar. Siendo honestos, no pensó encontrarse con tanto jaleo aquel día; ni mucho menos que la familia Kravchenko tuviese intenciones de financiar el viaje de tantas personas. Definitivamente, en esos terrenos, los Theerapanyakul necesitaban mejorar su juego.

¿Te Conozco? (KimChay +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora