¿Te Conozco? (KimChay +18)

Rose V2

N/A: Más de 10 mil palabras. Espero que lo aprecien 😭 y que les guste.

TUVE QUE RESUBIR EL CAPITULO PORQUE SE SUBIO INCOMPLETO. OMG. QUE ESTRESSSSSS

○●○
♡♥︎♡ ♡♥︎♡
●○●

Dmitri recorrió el pasillo que lo dirigía a la oficina en la que Rose le esperaba. Sabía que había terminado su sesión con Alexei algunos minutos atrás y que éste había regresado a su habitación.

El movimiento en la mansión aún no cedía. Las mujeres habían pasado toda la noche rezando en la capilla y los hombres embriagándose en el sótano. Vio dos que tres rostros impresentables debido a la resaca, un montón de gente con ojos rojos; y las mujeres, evidentemente cansadas, repartiendo café y bocadillos, esperando por el momento en el que el catering estuviera listo para servir el desayuno a las decenas de invitados que ya comenzaban a aglomerarse en el salón de reuniones, dentro de la casa y el jardín.

Era una verdadera locura, pero era necesaria. En su familia, los funerales siempre atraían más gente que las bodas y los bautizos. Sergey era el jefe, tenía demasiados conocidos, socios y aliados dispuestos a presentar sus respetos y, de paso, de ser posible, llamar la atención del nuevo jefe.

Dmitri, sin embargo, no estaba de ánimos para lidiar con ellos. Pese a su atuendo en impecable negro, el pantalón y la camisa de vestir perfectamente planchados y los impolutos zapatos de piel Ferragamo; se rehusó a congregarse esa mañana. Usando de pretexto el duelo, se escapó de cada situación tanto como pudo y dejó que Boris se hiciera cargo de todo. Ya con más tiempo, revisaría los nombres y los números de contacto y evaluaría a quién valía la pena llamar.

Con las mangas dobladas por debajo de los codos y un termo de café en mano, llegó a la puerta y la abrió de golpe, apresurado, tratando de evitar que alguien le interceptara por los corredores.

—Oh —Rose, quien estaba de pie frente al escritorio, de espaldas a la puerta, giró sobre su eje para encararlo. Dmitri se quedó quieto con los dedos sobre el picaporte. —Bienvenido —ella sonrió y él se abrió paso cerrando la puerta tras de sí suavemente.

—Hola, perdón por hacerte viajar sólo para esto —, se disculpó enseguida caminando en dirección a ella, esta vez, ya sin prisa.

—Está bien. Voy a quedarme a acompañar a tu hermano. Él estará aquí unos días más, ¿cierto? —La voz gentil y femenina viajó por la habitación hasta alcanzar sus oídos y su interior se removió sutilmente.

—Ajá —respondió apenas, extendiendo el brazo que sostenía el termo de color blanco. —Ahm, te traje esto.

—Ow, ¡Gracias! —Pronunció con moderada alegría tomando el objeto; luciendo serena y satisfecha, como siempre. —Estaba a punto de llamar a la cocina para que me trajeran uno.

—Te gané. Justo como te gusta —forzó una sonrisa medio infantil, mirándola mientras ella llevaba el café a la boca para darle un mínimo trago.

—Delicioso —Rose le mostró los dientes en una sonrisa y Dmitri inhaló profundamente.

—Por cierto. Hay un nuevo convoy asignado para ti —sentenció con voz grave paseando los ojos por sus alrededores. La temperatura estaba ligeramente más alta que en el resto de la mansión. No hacía calor, se sentía cálido y acogedor.

—¿Vas a darme más guardaespaldas ahora que eres el jefe? —Preguntó ella casualmente, dándole otro sorbo a su bebida. Rose también tenía una escolta personal, no sería extraño que algún enemigo pusiera sus ojos en ella considerando que era la terapeuta de los hermanos más relevantes de la familia, bueno, al menos uno de ellos. Ahora que Dmitri era el nuevo jefe no podía ignorar que Rose sería, por mera asociación, una papa caliente.