The Funeral (Dmitri) Part IV

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N/A: ACTUALIZACIÓN DOBLE SI ACASO WATTPAD NO ME TRAICIONA CON MAS NOTIFICACIONES.

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♡♥︎♡YURI ♡♥︎♡
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La oscuridad de la noche era prácticamente insondable. Noche de luna nueva y su plateado brillo, ausente.

La única iluminación que franqueaba la negrura del manto nocturno, era proveída por las antorchas que, en la distancia, se erigían ardiendo incandescentes a lo largo y ancho de los enormes jardines; las áreas de recreación y descanso; las piscinas y los árboles empapados del fino rocío cristalizado debido a la baja temperatura de la incipiente madrugada.

El vaho que acompañaba cada exhalación de su boca de repente le nublaba la vista, mientras a pie recorría el amplio trecho que separaba la parte trasera de la mansión, de las caballerizas.

Caminó sereno, no tenía prisa y, pese a la falta de evidencia, de alguna manera, tampoco tuvo dudas de que iba a encontrarse con él. Acababa de despedirse de su padre y aunque le esperaba una agitada mañana, también sabía que todavía le aguardaba una larga noche.

Las estrellas tintineaban desperdigadas por el cielo nocturno y Dmitri no se molestó en guardar las manos en los bolsillos de su gabardina a pesar de que la temperatura estaba por debajo del cero.

Los guardaespaldas que montaban guardia por los jardines le vigilaban y lo seguían a una distancia bastante prudente, tratando de no perturbar su silencio ni su añorada privacidad ilusoria, so pena de una mirada de desdén o algún regaño iracundo de su parte.

Cerró los ojos dejando que el tímido sonido de una melodía que se reproducía en la distancia alcanzara sus oídos, sonrió.

"Bad habits die hard", pensó soltando una pequeña risita. Separó los párpados y, todavía a un par de decenas de metros de distancia, avistó la cerca que rodeaba el área de esparcimiento de los caballos. Reconoció a la yegua de abdomen abultado que estaba echada en el pasto y al "stallion" de color negro que caminaba por ahí. Era hora de dormir, pero esos dos eran buenos amigos y ella seguramente pronto entraría en trabajo de parto; el fresco de la madrugada y una caminata le sentarían de maravilla.

Mientras sus pasos se aproximaban más al lugar, una ventisca que le acarició el rostro trajo consigo un fuerte aroma a marihuana. Pronto, ante sus ojos se mostró la imagen de Yuri que se movía al ritmo de una canción electrónica que manaba de un speaker inalámbrico sobre el suelo, al tiempo que examinaba el pelo y la barriga de la yegua cuyo nombre jamás podría olvidar: "Elena", se llamaba como su mamá; de hecho, era hija de la yegua que le había pertenecido hasta el final de sus días.

Atravesó la cerca brincando con facilidad por encima de ella y, el crujir del pasto cuando sus pies tocaron el suelo, atrajo la atención del chico que enseguida giró sobre su hombro para mirarle, un contacto visual breve que fue roto cuando ambos se dedicaron a examinar sus apariencias mutuamente.

Yuri era un muchacho decididamente atractivo, no había mucho que pudiera debatir al respecto. Involuntariamente, solía entusiasmar con su aspecto a las jovencitas que visitaban la mansión: las invitadas de sus primas o las hijas de algún socio o amigo de la familia; quienes a menudo y con el pretexto de visitar a los caballos, se paseaban por las caballerizas empeñadas en llamar su atención o mantener una conversación superficial con él; y éste siempre era cordial, sociable y de sonrisa fácil.

Dmitri y él no eran tan cercanos, pero sí habían interactuado en innumerables ocasiones y no había dos cosas malas que pudiera decir de él; la única que le vino a la mente fue que era de madrugada y estaba fumando sativa en lugar de índica. Vaya noctámbulo empedernido.

¿Te Conozco? (KimChay +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora